¿Sería Marcelino un buen seleccionador español?
El ex valencianista es uno de los mejores colocados para sustituir a Luís Enrique
Valencia | 07.12.2022 15:34
No cabe duda que caer en octavos de final del Mundial ante Marruecos en la tanda de penaltis se puede considerar un fracaso. España, esa selección que maravilló a todos con la goleada ante Costa Rica, fue diluyéndose como un azucarillo a medida que avanzaba el Mundial. Ni contra Alemania ni especialmente ante Japón y Marruecos estuvieron a la altura. Por mucho que se empeñe Luís Enrique. El trabajo de un entrenador siempre debe ser sacar rendimiento a lo que tiene y si encima tiene capacidad de elegir lo que tiene, como es el caso, con mucho más motivo. Y el asturiano o no ha podido o no ha sabido hacerlo.
Nos gustarán más o menos sus modos. Yo no soy sospechoso de pasarle ninguna factura ahora que el resultado ha sido malo. Yo fui de los que defendió sus streamings pensando que con ello liberaba de presión a sus propios futbolistas. Pero creo, pasado el tiempo, que se hablara tan poco de fútbol y tanto de otras cosas le ha sentado mal a esta selección. Luís Enrique asumió todo el protagonismo, despojó de líderes a su equipo sobre el terreno de juego y eso tampoco le ha venido bien. Ante Marruecos se echaron en falta y más cuando acabas jugándote la clasificación en los penaltis.
Luego está lo del estilo. Sí, Luís Enrique ha dotado a la selección del estilo que más le gusta y que lleva en su propio ADN: el de tener la pelota. Pero eso sirve para poco si en 120 minutos, como sucedió ante Marruecos, solo disparas una vez a puerta. De poco vale tener más del 70% de posesión o dar más de mil pases si te falta profundidad y verticalidad. Como dijo Marcelinho Carioca, si "pie de ángel", sobre el juego del Valencia de Valdano: "jugamos como un parabrisas de un coche". Y así le fue al argentino en su paso por el Valencia.
Habrá quien diga que ese mismo estilo es el que hizo campeón a España en Sudáfrica. Sí, es verdad. Pero con otros futbolistas distintos a los que tenemos ahora. No se trata de volver a la famosa "furia roja" pero sí de buscar el equilibrio que te lleve a ganar. Tal vez por eso urge encontrar un seleccionador nuevo. Si no tienes plan B cuando falla el A y ni siquiera te has molestado en llamar a futbolistas que puedan encarnar ese plan B cuando las cosas se ponen mal, lo normal es que antes o después te des un batacazo. Y eso fue lo que hizo España ante Marruecos. La España de los mil pases, la de los mil penaltis fue la única de las favoritas que en octavos de final se fue a casa. Urge una reflexión profunda. Si el Mundial de Brasil 2014 le pasó factura a Vicente del Bosque que venía de ganar una Eurocopa y la única estrella que luce España en su pecho, el de Qatar debería pasarle factura a Luís Enrique. No hay otra.
Y mientras se debate la continuidad o no del seleccionador, uno de los mejores colocados para sustituirle es Marcelino García Toral. El también asturiano ha demostrado con creces que puede asumir ese reto ilusionante. Con un amplio currículum en los banquillos y con los éxitos de estos últimos años, se ha ganado que le den esa oportunidad. Eso sí, el estilo de Marcelino difiere mucho del de Luís Enrique. Y tal vez eso es lo que necesita ahora mismo la selección: buscar un estilo que dote de equilibrio a la selección.
Los que conocemos a Marcelino sabemos de su profesionalidad. En el Valencia consiguió sacar el máximo rendimiento a sus futbolistas hasta clasificar al equipo dos veces consecutivas para jugar la Champions y ganar una Copa del Rey que se le resistía desde hacía 11 años. Con un altísimo nivel de exigencia dentro de la plantilla aún así es muy difícil encontrar un futbolista que hable mal de él. Les apretaba sí, pero también supo conformar un vestuario unido, una "familia" como les gustaba autodenominarse, con líderes dentro del campo que asumían su protagonismo cuando debían hacerlo.
Su estilo es muy distinto al de Luís Enrique. Con un 4-4-2 casi innegociable aquel Valencia se caracterizó por ser un bloque defensivo bien armado al que le gustaba jugar en velocidad y con transiciones rápidas. Yo soy de los que siempre ha defendido que jugar bien es saber atacar pero también defender. Eso es a lo que llamo equilibrio. El mismo que le faltó a la España de Luís Enrique que ni supo defender bien ni tampoco atacar y que se perdió en los infinitos pases de un futbolista a otro pero sin crear ningún tipo de peligro. Es como el que se pierde haciendo malabares pero nunca dispara a puerta. Muy bonito sí, pero tanto como ineficaz. El fútbol de alta competición como lo es un Mundial trata de ganar, no de divertir. Y eso Marcelino creo que lo tiene muy presente.
Quizá peque de subjetivo, no lo niego. Pero si hay que elegir, yo voto por Marcelino como próximo seleccionador.