Investigadores de la UPV desarrollan un sensor capaz de detectar “burundanga” en bebidas en menos de cinco minutos
El marcador genera una intensa luz fluorescente cuando detecta la presencia de la droga
València |
Investigadores de la Universitat Politècnica de València (UPV) han liderado el desarrollo de un nuevo sensor capaz de detectar rápidamente la presencia de escopolamina, una sustancia conocida popularmente como “burundanga” y utilizada en delitos agresión sexual mediante sumisión química. El sensor vuelve fluorescente la bebida donde está presente esta sustancia.
Este sistema de detección de la “burundanga” no requiere equipamiento complejo ni personal altamente especializado, lo que facilita su uso en entornos policiales, forenses, o de control preventivo. El funcionamiento del sensor es muy sencillo: cuando la droga entra en contacto con él se produce una reacción que libera una sustancia fluorescente y genera una señal luminosa muy clara, cuya intensidad es proporcional a la cantidad de escopolamina. Todo ello en menos de cinco minutos, según explica uno de los investigadores de la UPV que ha participado en el proyecto, Vicente Martí:
Los investigadores trabajan ahora en el desarrollo de un dispositivo que incorpore este sensor para la detección de “burundanga” en diversos entornos como bebidas, orina, o saliva, así como en marcadores similares para la detección de otras drogas. En el proyecto también han participado equipos del Centro de Investigación Príncipe Felipe de València, el Hospital La Fe de València y de la Universitat Jaume I de Castellón. Sus resultados los publica la revista ‘Angewandte Chemie International Edition’ y también han sido patentados.
El sensor ideado por los investigadores de la UPV se basa en una “caja molecular”, una estructura química diseñada para reconocer y atrapar moléculas concretas. En este caso, la caja molecular ha sido diseñada para interactuar y atrapar de forma altamente selectiva la escopolamina.