Onda Deportiva Valencia

Hoy venía pensando en... cómo celebré el gol de Alberto Marí

Editorial en Onda Deportiva Valencia 16/05/2023

Eduardo Esteve

Valencia | 16.05.2023 16:22

Hoy venía pensando en… cómo celebré el gol de Alberto Marí el domingo.

Me pilló en la playa. El equipo valenciano de volleyball, el Conqueridor Valencia hacia su comida de fin de temporada y me invitaron a estar con ellos. Pese a ello no pude resistirme a poner en mi móvil el partido. Durante los 90 minutos que duró el partido, no había nada más importante que estar animando a mi equipo. La necesidad de ganar me llevó a abstraerme casi por completo de la comida.

Hasta que marcó Alberto Marí. El gol se cantó en las tres mesas que componían la comida. Yo pegué un salto. De alegría y de liberación. Casi me entraron ganas de llorar. Ese gol bien puede suponer mantener la categoría y que lo hiciera un chaval de la cantera por el que ha apostado Baraja, lo hacía más especial si cabe.

Supongo que a todos los valencianistas les pasaría lo mismo. Sin embargo, de vuelta a casa me embargó un sentimiento de tristeza. Os explico el porqué- Porque me di cuenta que hoy en día estamos celebrando goles que suponen mantenerse en primera división. Pensadlo. Hemos pasado de celebrar goles que nos meten en finales, en Europa o que nos dan títulos por goles que valen para seguir en primera división. Esa es por desgracia nuestra realidad hoy en día.

De la alegría a la tristeza. En esas estamos. De la explosión de felicidad al dolor, la pena que supone ver a nuestro Valencia en un sitio que no le corresponde, menospreciado por su dueño hasta límites insospechados y sin ningún viso de cambiar en los próximos años.

Porque esa es la otra. No será este año pero como no cambien mucho las cosas será como en la década de los ochenta. No fue en 1983 gracias al gol de Tendillo pero si lo fue en 1986. Tal vez no sea este año gracias al gol de Alberto Marí pero será en algún año venidero como nadie le ponga remedio. Y ese remedio solo pasa porque Lim abandone el Valencia. No hay más.