Advertir de la presencia de medusas puede evitar sus picaduras, sobre todo, en los meses de verano. Lo principal, según Cruz Roja, es garantizar la seguridad y el bienestar de los bañistas que disfrutan de las costas del Mediterráneo y de conocer cómo afecta que estos ejemplares rocen a las personas, en especial a los más pequeños, con sus tentáculos.
Carlos Ronda, coordinador de playas de Cruz Roja, recomienda los pasos a seguir en caso de toparse con una de ellas. Asegura que un lavado con agua de mar facilita la eliminación del veneno en la piel. Mientras que en caso de dolor, el coordinador recuerda sumergir la zona afectada en agua caliente salada a una temperatura de unos 40 grados aproximadamente durante media/1 hora.
Aunque los síntomas tras una picadura de medusa cesan a las pocas horas, dice, la persona puede llegar a sentir desde angustia o agitación hasta pérdida de apetito, conjuntivitis o dolor de cabeza, pues señala que las medusas que habitan en el litoral mediterráneo no son peligrosas y no comprometen la vida de las personas.