Conqueridor viaja a Melilla con la obligación de apretar la lucha por la 6ª plaza y recuperar sensaciones

UPV Léleman Conqueridor, con la clasificación para los ‘playoffs’ en el bolsillo tras la derrota de San Roque la pasada jornada, buscará comprimir la pelea por la sexta plaza ante Melilla. El conjunto de Marcos Dreyer, que viene de caer en las últimas dos jornadas, necesita sumar un triunfo para acercarse a Cisneros y reencontrarse con el buen juego que acostumbra a los valencianos. El Javier Imbroda de Melilla acogerá el encuentro de la penúltima jornada de liga a partir de las 19:30 horas en formato de jornada unificada con una plaza para pelear por el título y otra que elude el descenso todavía por decidir.

Dos jornadas sin ganar lleva el Conqueridor y el conjunto universitario necesita salir de ese bache de malos resultados para afrontar los cuartos de final de la Superliga de voleibol masculina con garantías y con buenas sensaciones, ya que el rival al que se enfrentará será uno de los tres primeros clasificados de la competición. El combinado de Marcos Dreyer, con 27 puntos, se encuentra a tan solo dos de su rival por la sexta plaza, Cisneros Alter. Por su parte, Melilla ocupa la quinta plaza en plena pelea con Teruel por llevarse el factor cancha de cara a la eliminatoria de ‘playoffs’, que tendrá a ambos conjuntos frente a frente.

El partido es de vital importancia para que ambos conjuntos no pierdan la estela de sus contrincantes y la igualdad reinará en la pista. En la primera vuelta, coincidiendo con el debut de Marcos Dreyer en el banquillo valenciano y la derrota previa del conjunto de la ciudad autónoma en Europa, Conqueridor venció con autoridad por 3-0 a los de Salim Abdelkader, que querrán la revancha para equilibrar resultados. Para ello, los melillenses contarán con su siempre fiel afición y el calor de su pabellón, en el que esta campaña han sido capaces de vencer al todopoderoso Guaguas.

Un Melilla de menos a más

El CV Melilla comenzó la temporada con un bloque similar al de la campaña anterior con tres jugadores argentinos que conforman la columna vertebral del equipo azulón. Con Riganti como director de orquesta, Giustiniano como cerebro y Martina como brazo ejecutor, el equipo melillense no acabó de carburar hasta finales de la primera vuelta, donde empezó a encontrar sensaciones a la vez que Melgarejo se coordinaba con sus compañeros y el líbero catalán Arnau Masià se establecía.