Bernabé pide esperar a las conclusiones sobre el caso del crimen del canónigo de València: "Lo próximo igual lo vemos en Netflix"
La delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana aboga por dejar que la investigación "siga su curso"
La delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé, ha pedido dejar que "siga su curso" la investigación judicial y policial sobre el crimen del canónigo emérito de la Catedral de València, Alfonso López, de 85 años, cuyo cuerpo fue hallado sin vida la semana pasada en su domicilio en el centro de la ciudad, y por cuya muerte ha sido detenido un joven que se encuentra en prisión provisional.
El religioso, según informaciones publicadas, presuntamente captaba a jóvenes vulnerables en la calle para mantener relaciones sexuales a cambio de dinero y antes del crimen las había mantenido con un hombre con discapacidad intelectual al que habría pagado un viaje a València desde otra comunidad.
"Vamos a dejar que la investigación siga su curso", ha dicho la delegada al ser preguntada por las novedades en este caso, para añadir a continuación: "Lo próximo igual ya lo vemos en Netflix". En todo caso, ha remarcado que el proceso judicial está bajo secreto de sumario.
Este pasado miércoles, el Arzobispado de Valencia emitió un comunicado para informar que "apercibió" hace dos años al canónigo emérito después de que los vecinos de su mismo edificio, propiedad de la Archidiócesis, presentaran "quejas verbales" acerca de las personas que acudían al mismo, pero precisaba que esas protestas "en ningún caso aludieron a hechos de la naturaleza que se narran" en los medios de comunicación --en alusión al comportamiento del religioso-- y que desde entonces "jamás se volvió a recibir ningún tipo de queja".
Sobre el procedimiento judicial, el Arzobispado explicó que planteó personarse en la causa como acusación particular y que el juzgado instructor lo rechazó al entender que la personación corresponde "únicamente a la familia directa", motivo por el cual finalmente desistió de su intención.
En cualquier caso, "si lo publicado es verdadero", el Arzobispado expresaba el "profundo dolor" que producen "los hechos narrados" en los medios, que son "manifiestamente contrarios a los compromisos de vida sacerdotal, asumidos libremente en el momento de la ordenación". Por ultimó, transmitió su "pesar" por "el escándalo, el desconcierto y el dolor que causan a todos, y muy directamente a los fieles y especialmente a los miembros del presbiterio".