después de años de abandono

El Ayuntamiento anuncia la realización de las catas arqueológicas previas a la rehabilitación de la alquería de los Jesuítas

Este edificio protegido del siglo XVIII se encuentra en la calle Gaspar Bono, junto al Jardín Botánico

Nacho Reig

València |

Fachada trasera de la alquería | Ayuntamiento de València

Este mes de octubre se cumplen ocho años desde que el Ayuntamiento de València se hizo con la propiedad de la alquería de la calle Gaspar Bono, situada entre el Jardín Botánico y el antiguo colegio de los Jesuítas. Una efeméride que llega acompañada de una buena noticia de cara a la recuperación de este edificio del siglo XVIII declarado Bien de Relevancia Local (BRL). Fuentes municipales han confirmado a Onda Cero que antes de que acabe este mismo año está previsto contratar el estudio de catas arqueológicas previo a la intervención.

En 2014 el Ayuntamiento tuvo que actuar con carácter de urgencia para evitar el derrumbamiento de esta alquería. Pero en los últimos años colectivos como la asociación de vecinos del Botánico o el Círculo para la Defensa del Patrimonio, han denunciado en numerosas ocasiones que la situación de abandono se mantiene.

De hecho, este pasado verano la Fundación Hispania Nostra de defensa del patrimonio histórico la incluyó en su “lista roja” de edificios en peligro de desaparición. También la Sindicatura de Greuges ha emitido hasta tres informes con recomendaciones al Ayuntamiento por el mal estado de la alquería.

La alquería y la parcela de unos 4.000 metros cuadrados donde se asienta eran propiedad de los Jesuítas, que en 2016 acordaron cederla al consistorio. El gobierno local, entonces en manos de Compromís y PSPV-PSOE, anunció su intención de rehabilitarla y convertirla en guardería municipal, pero no hizo nada para avanzar en su recuperación aparte de invertir 30.000 euros en diversas obras para tratar de frenar el deterioro del conjunto.

El nuevo ejecutivo municipal del PP y Vox no tiene claro todavía el destino que quiere dar a la alquería, según han reconocido a Onda Cero fuentes del propio gobierno. El Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) prevé dar al edificio un uso educativo o cultural.