Declaran ante la jueza varios policías locales por la denuncia contra Rafa Mir
El delantero ha entrenado hoy por primera vez con sus compañeros y podría reaparecer una vez recuperado de su lesión
Varios agentes de la Policía Local de Bétera (Valencia) han llegado en la mañana de este miércoles al Juzgado de Primera Instancia número 8 de Llíria para declarar como testigos indirectos del caso por el que se juzga al futbolista Rafa Mir como presunto autor de un delito de agresión sexual con acceso carnal, aunque no han realizado declaraciones.
La jueza del caso ha citado durante la mañana de este miércoles a declarar a los tres agentes y el oficial de la Policía Local de Bétera que acudieron esa madrugada del 1 de septiembre al domicilio del futbolista, en la urbanización Torre en Conill de Bétera.
Los agentes no han hecho ninguna declaración a su entrada al Juzgado aunque deberán explicar a la jueza qué datos tomaron y cómo encontraron a las jóvenes a su llegada a la casa de Rafa Mir en la madrugada del pasado 1 de septiembre.
En principio, además de esas declaraciones, también se espera que hablen durante la mañana el vecino que alertó a la seguridad privada de la urbanización y a la Local de Bétera, el padre de una de las víctimas, que llevó a su hija al hospital, y el de un amigo de Mir y Pablo Jara.
Todo esto ocurre después de que a principios de septiembre, una mujer denunciara haber sido agredida sexualmente por el jugador del Valencia CF, que fue detenido y puesto en libertad tras declarar ante la jueza que las relaciones habían sido consentidas y no pedir ninguna de las partes su ingreso en prisión provisional.
Asimismo, una amiga de la denunciante de Mir también denunció a Pablo Jara, amigo del jugador murciano, por una agresión sexual sin acceso carnal y lesiones por la que quedó en libertad provisional tras dos días en el calabozo, al igual que Mir.
Por el momento, el delantero, al que se le retiró el pasaporte, debe cumplir medidas cautelares como presentarse regularmente en el juzgado o no acercarse a menos de 500 metros de la denunciante y de la mujer que le acompañaba aquel día, así como no contactar con ellas por ningún medio.