Puig insiste que lo que quiere es un debate sereno sobre los problemas de la Comunidad, más allá de la contaminación de otros asuntos nacionales.
Sobre la coincidencia de las elecciones generales con el puente en València por la festividad de San Vicente, Puig se ha mostrado confiado en que este calendario festivo no afecte a la participación.
También confía en que este adelanto electoral no influya en la cumbre bilateral, prevista inicialmente para el 21 de febrero con el gobierno central, ya que todavía no se ha producido la disolución de las Cortes Generales.
El Consell, concluye Puig, no modificará ningún plan, a pesar de que el rechazo de los Presupuestos Generales del Estado ha supuesto perder 1.400 millones y más de 5.000 puestos de trabajo en la Comunidad.
Al adelanto electoral también se ha referido la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra. Asegura que será “una semana santa de pasión y espero que de resurrección”.
Asegura Oltra que la agenda valenciana seguirá atendiendo a los cinco grandes bloques del Pacto del Botánic aunque reconoce que la agenda se resentirá sin los presupuestos generales rechazados por el congreso.
Además del gobierno valenciano, también los grupos parlamentarios de las Corts han valorado ese adelanto electoral.
Aunque está contenta por la convocatoria de elecciones, la presidenta del PP, Isabel Bonig, ha manifestado su deseo de que todas las citas electorales se hubieran concentrado el mismo día, el 26 de mayo, para ahorrar dinero público. Considera Bonig que votar en dos días diferentes costará 200 millones de euros, por, según ella, un capricho de Sánchez, que ha pensado solo en su interés personal.
Aunque que las elecciones caen en un puente festivo en València, Bonig asegura que toda la derecha está ya movilizada. Y prefiere que la fecha de las autonómicas se mantenga el 26 de mayo. Es la fecha que también prefiere Ciudadanos. Esta formación también ha mostrado su satisfacción por el adelanto electoral.
El optimismo de la derecha no es compartido por los partidos de izquierda. Compromís hubiera preferido las generales para el otoño. Y el secretario general de Podemos, Antonio Estañ, dice que el adelanto a abril es “muy mala noticia”.