Nuevo cambio de entrenador en La Nucía F.C. a menos de un mes de la llegada de Sergio Egea
Habiendo jugado sólo un partido, La Nucía prescinde de los servicios del técnico que había llegado para salvar al equipo del descenso
Marina Baixa |
El C.F. La Nucía vuelve a vivir un cambio de entrenador y los aficionados quedan de nuevo desconcertados. El 13 de diciembre se anunciaba el fichaje de Sergio Egea, entrenador de amplia experiencia, que llegaba para sustituir al cesado Pepe de la Sagra, sustituto provisional de Kiko Lacasa que sustituía en el banquillo a Raúl Garrido. Que nadie piense que estamos haciendo una revisión histórica. Mencionamos sólo los entrenadores que ha tenido La Nucía en esta temporada 2023-2024 hasta el momento. Los cambios se han ido sucediendo a una velocidad de vértigo, pero el último de ellos ha sido muy inesperado. A Sergio Egea, ex entrenador de equipos como el Hércules (hace ya algún tiempo), o el Oviedo entre otros muchos, sólo se le ha dado de margen un partido. Sólo un encuentro al que llegó a mitad de semana con un único entrenamiento y sin poder explicar aún su sistema de juego.
La destitución de Egea se comunicaba el día de Reyes con una escueta frase: "Sergio Egea deja de pertenecer al C.F. La Nucia.
El club le agradece su trabajo, dedicación y profesionalidad y le desea mucha suerte en el futuro", sin citar los motivos de la marcha del club o si se trataba de un cese o de una salida voluntaria. Egea ya no se sentó en el partido contra el Badalona Futur.
Sustituto
El sustituto y nuevo técnico del equipo senior de La Nucía, colista en la tabla de Segunda RFEF, será, de nuevo, Mario Cartagena, eldense, de 33 años y que no es nuevo en el banquillo rojillo. De hecho, fue uno de los nombres de la eterna ruleta de técnicos que parece estar en constante funcionamiento desde la marcha de Carlos Ferrando.
La Nucía no consigue remontar el vuelo pero es muy difícil que lo haga si a los jugadores no se les dan instrucciones claras de qué deben hacer y no puede dárseles instrucciones claras si cada dos o tres partidos (o uno) se cambia la directriz. Cuando un barco parece navegar sin capitán, lo más probable es que se hunda y sería lo último que querríamos para La Nucía.