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Las obras de reurbanización del casco histórico de Villena han sacado a luz un tramo de la muralla medieval de la localidad. El hallazgo se ha realizado concretamente en la calleJosé Zapater, espacio en el que hace unas semanas fue descubierto otra parte de esa misma estructura defensiva, que ha sido localizada además en la parte más alta de la citada calle, que es la más cercana al Castillo de la Atalaya.
En este punto, el muro parece dibujar una curva al igual que el alineamiento actual de las viviendas, que en esa parte del municipio de la comarca del Alto Vinalopó son menos invasivas y dejan al descubierto la cimentación del muro.
“Una ciudad monumental como Villena siempre ha protegido y puesto en valor nuestro patrimonio y, en estos casos, los técnicos ya tienen protocolarizados los pasos que dar para su protección y catalogación”, ha explicado el alcalde villenense Fulgencio Cerdán que ha añadido que “toda obra de mejora de las calles de este barrio siempre está condicionada a descubrimientos de este tipo”. Cerdán también ha afirmado que “sólo tenemos que saber conjugar la necesaria protección de nuestro patrimonio con el desarrollo de una reurbanización y actualización de los servicios en subsuelo como el de electricidad y de agua, tanto abastecimiento como saneamiento y pluviales, pensados para mejorar la calidad de vida del vecindario”.
El alcalde de Villena ha visitado la zona en la que se ha producido el hallazgo junto a la concejala de Casco Histórico, Eva García; y la concejala de Cultura, María Server, el equipo arqueológico municipal y los responsables técnicos de la obra.
La muralla de Villena fue elevada en principios del siglo XIV, en la época de Don Juan Manuel, para la protección del barrio de la Villa, para vincularlo directamente con el Castillo de la Atalaya. Con el tiempo, la pérdida de la utilidad defensiva de esta construcción hizo que, paulatinamente, las viviendas y edificios civiles fueran integrando parte de sus materiales hasta hacerla desaparecer.