Medio Ambiente

La Generalitat realiza una quema controlada de diez hectáreas de carrizal en el parque natural de El Hondo Elche-Crevillent

Con la colaboración de la dirección del parque natural y de los propietarios de los terrenos del mismo planifica durante cinco años una actuación escalonada que engloba una superficie total de 408 hectáreas

David Alberola García

Elche |

Bomberos durante la quema controlada de carrizal en el parque natural de El Hondo Elche-Crevillent. | GVA

Efectivos del Servicio de Bomberos Forestales de la Generalitat Valeniana han llevado a cabo una quema controlada de diez hectáreas de carrizal en el parque natural de El Hondo Elche-Crevillent, en una actuación en la que, según ha informado la Conselleria de Justicia e Interior, previamente se ha realizado otra quema preparatoria de 1,20 hectáreas para generar una zona de seguridad.

Francisco Aparisi, director general de Prevención de Incendios Forestales, ha destacado que “las quemas prescritas son una excelente herramienta para reducir la cantidad de biocombustible y evitar la intensidad de los incendios forestales”. Ha añadido que “desde la dirección de Prevención de Incendios Forestales estamos llevando a cabo varias líneas de investigación e implementación de los recursos e infraestructuras, para mejorar la prevención de incendios forestales, como ahora es el uso del fuego prescrito, técnica muy avanzada en otras regiones del mundo, pero que resulta bastante innovadora e incipiente en nuestro territorio”.

Bomberos durante la quema controlada de carrizal en el parque natural de El Hondo Elche-Crevillent. | GVA

El director general de Prevención de Incendios Forestales de la Generalitat ha avanzado que con el objetivo de conservar los ecosistemas del parque natural de El Hondo, en colaboración con la dirección del parque natural y de los propietarios de los terrenos, se ha elaborado y aprobado un plan de quemas prescritas en este espacio natural protegido.

Con ese tipo de acciones se contribuye también a reducir la invasión de vegetación que se está produciendo en el humedal y su entorno, favoreciendo la mejora de la calidad del agua, así como aumentando la mejora de las zonas de nidificación de especies de aves acuáticas y evitando problemas de transmisión de enfermedades como el botulismo.

“El plan tiene planificada una actuación escalonada en distintas parcelas, y engloba una superficie total de 408 hectáreas, a lo largo de 5 años”, ha señalado Aparisi.