Un estudio de la UMH de Elche alerta de la extinción de la Tortuga mora en tres décadas si no se adoptan medidas para recuperar su hábitat
Por la falta de conectividad entre sus poblaciones
Elche | 19.02.2022 09:35
Un estudio de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche alerta de que la supervivencia de la Tortuga mora en el sureste ibérico está gravemente comprometida a medio plazo si no se adoptan medidas encaminadas a recuperar su hábitat y la conectividad del paisaje, que es lo que favorecer la conexión entre sus poblaciones.
Liderado por la investigadora María Victoria Jiménez Franco, el análisis establece en treinta años el plazo en el que esa especie de tortuga puede desaparecer por completo.
La investigación concluye que la intensificación agrícola, la expansión urbana y las infraestructuras viales construidas han cambiado por completo el paisaje del sureste ibérico en los últimos 60 años y, mediante el análisis de estos cambios, ocurridos desde la década de 1950 hasta el año 2010, se ha creado un modelo para prever la supervivencia de la Tortuga mora.
Los resultados obtenidos muestran que los impactos ocasionados por la fragmentación del paisaje alteran, en primer lugar, los patrones de movimiento de esa especie de tortuga, que vez reducen la capacidad de los individuos para encontrarse y reproducirse, y como consecuencia de ello, se altera la dinámica demográfica y disminuye el tamaño poblacional.
Con ello, el estudio apunta a que “si bien hoy en día todavía se pueden encontrar tortugas moras en estos territorios, la supervivencia de la especie a largo plazo puede estar comprometida por la falta de conectividad entre sus poblaciones". Además, añade que "los modelos de prospección de escenarios futuros pueden ayudar a anticipar medidas que fomenten la conectividad poblacional para evitar la pérdida de biodiversidad".
El trabajo, publicado en la revista Landscape Ecology, ha contado con el apoyo del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Junto a María Victoria Jiménez Franco, también han participado en el estudio investigadores de la de la Universidad de Oxford (Reino Unido) y del Instituto Pirenaico de Ecología.