AGRICULTURA

LA UNIÓ denuncia que la gran planta fotovoltaica que se promueve en la Plana Baixa destrozará alrededor de 570 parcelas agrícolas

Los precios que se ofertan a los agricultores están muy por debajo del justiprecio que ha dado el Jurado Provincial de Expropiaciones de Castellón en otros procesos expropiatorios por la zona.

Agencias

Castelló |

LA UNIÓ denuncia que la gran planta fotovoltaica que se promueve en la Plana Baixa destrozará alrededor de 570 parcelas agrícolas | La Unió

La Unió Llauradora denuncia que la gran planta fotovoltaica que se proyecta en la Plana Baixa, promovida por Arada Solar que es filial de la multinacional noruega de renovables Statkraft, destrozará 570 parcelas agrícolas de suelo útil de regadío y con gran valor agroecológico.

Ante el impacto evidente, LA UNIÓ muestra su oposición ante la grave pérdida de superficie agraria y el daño que se le provoca a unos agricultores que han hecho junto a las Administraciones una importante inversión en sus campos, también con modernización de regadíos, y que ahora verán como ese esfuerzo queda en entredicho.

En caso de llevarse a cabo este proyecto se perdería una importante zona de cultivo agrícola y en consecuencia se verían afectadas en gran medida las entidades de riego que suministran el agua a la zona planteada, y dada la gran extensión en la que se pretende actuar, puede llegar a provocar la inviabilidad de la actividad que desarrollan y su desaparición como colectivo de riego. Carles Peris, secretario general de La Unió.

El proyecto prevé ocupar más de 280 hectáreas de suelo para la implantación de casi 339.000 módulos fotovoltaicos y se ubicará en los términos municipales de Vall d’Uixó, Xilxes, y Moncofa. También se contempla la construcción de una nueva subestación eléctrica donde evacuará la planta mediante una línea de media tensión de casi 18 kilómetros de longitud, que atravesará los términos de la Vall d’Uixó, Nules, Borriana, les Alqueries, Vila-real y Betxí.

Los precios que ofertan los promotores a los propietarios de los terrenos varían si es en propiedad o en arrendamiento. En el primero de los casos se ofrecen 2.500 €/hanegada que aumentan hasta los 2.800 si se trata de cítricos y para el segundo se da una renta anual de 150 €/hanegada que sube hasta 650 € para cítricos y una prima a la firma de 200 €/ha.

Son precios, según La Unió Llauradora, que se sitúan por debajo de lo que viene marcando como justiprecio el Jurado Provincial de Expropiaciones de Castellón en los últimos procesos expropiatorios de tierras de cultivo por la zona, ya que prácticamente triplican los de Arada Solar. “Un agricultor con ese dinero que le ofrecen es complicado que pueda comprar otro terreno cerca y acometer las inversiones necesarias para llevar a cabo un nuevo proyecto agrario”, asegura LA UNIÓ.

La planta ha conseguido ya el visto bueno de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para seguir tramitándose y encara la recta final de la tramitación administrativa. Solo le resta la autorización administrativa de construcción y las licencias municipales para dar curso a las obras de construcción. En este último aspecto, LA UNIÓ se dirigirá a todos los Ayuntamientos afectados para que rechacen el proyecto.

LA UNIÓ está a favor de las energías renovables, pero implantadas de una forma racional, sostenible, aprovechando zonas no productivas, polígonos, etc. Insiste una vez más en que se priorice el autoconsumo energético en lugar de construir grandes plantas fotovoltaicas que destrozan el territorio rural y que ponen en peligro una importante superficie de terrenos agrícolas en plena producción, además de aniquilar la forma de vida de las personas que tienen su proyecto vital en estas zonas.

La organización apuesta por potenciar el autoconsumo en los tejados de las zonas urbanas, en los polígonos industriales, en zonas degradadas y en infraestructuras o edificios de propiedad pública en las zonas demandantes de energía para no destruir el territorio rural.

La concentración de instalaciones fotovoltaicas en grandes plantas concentradas en suelo agrícola o forestal es una clara agresión al mundo rural. “Nos quieren imponer grandes proyectos fotovoltaicos sin ningún tipo de racionalidad cuando habría que acercar la producción energética a las grandes áreas urbanas e industriales de consumo, con el objetivo de evitar las pérdidas y el impacto del transporte de la energía a grandes distancias a través de las vías de evacuación que también afectan durante kilómetros a zonas de actividades rurales de interés”, asegura Carles Peris, secretario general de LA UNIÓ.