Ni a la desesperada ha logrado la patronal azulejera ASCER frenar las protestas sindicales. Hoy 600 trabajadores del sector cerámico han protestado a las puertas de la feria CEVISAMA para denunciar dicen, un convenio colectivo que empobrece a la clase trabajadora.
ASCER planteó a última hora de ayer un acuerdo por el cerraba el 2023 con una subida cercana al 3% y pagaba los atrasos con efecto de 1 de enero. Sin embargo, la propuesta no ha satisfecho las reivindicaciones de los sindicatos que no solo han mantenido para hoy la protesta sino la huelga para mañana 28 y para el viernes 1 de marzo.
Los sindicatos confían en que el seguimiento de la huelga sea del 90% y no descartan un nuevo acercamiento de la patronal con el fin de evitar estos dos días de parón.
Por su parte, el secretario de ASCER, Alberto Echevarría, culpa a los sindicatos de enrocarse porque dice que la medida lanzada por la patronal asegura el poder adquisitivo de los trabajadores.
Ayer la secretaria de Estado de Industria, Rebeca Torró, anunciaba en Cevisama que el gobierno, ampliará seis meses más el plazo para que las empresas puedan optar a las ayudas del estado. ASCER ha recibido la noticia con escepticismo y la consellera de Economía, Ruth Merino, se ha mostrado reivindicativa con el gobierno central 'las ayudas tienen que adecuarse a la realidad porque las empresas no pueden cumplir los requisitos del gobierno'.
Hoy segundo día de feria del azulejo Cevisama, 16 municipios de la provincia, a través de 43 empresas siguen presentando sus novedades en Cevisama hasta el próximo viernes.