La Confederación Empresarial Valenciana (CEV) ha trasladado a los partidos del Botànic su rechazo a la aplicación de una tasa turística en la Comunitat, un impuesto al que los socios de gobierno se comprometieron a legislar de manera consensuada con el sector durante los primeros meses de 2022 para su aplicación voluntaria por los ayuntamientos a partir de 2023.
En la reunión, el presidente de la patronal, Salvador Navarro, ha explicado a representantes del tripartito que el conjunto del sector "ha vuelto a decir 'no'" a esta tasa, al considerar que crear un impuesto tras dos años de pandemia y con la "incertidumbre" que genera una guerra supone un castigo, informan desde la organización empresarial.
Y es que Navarro ha recordado que el turismo, pese a estar recuperándose, sigue lejos de alcanzar las cifras de empleo y de reservas previas a la crisis sanitaria. Por ello, mientras la recuperación del sector no se haya consolidado, ha mostrado su oposición a negociar la conveniencia o no de "imponer" la tasa y los términos en los que se haría.
También ha apuntado que el turismo será "el último sector en recuperarse" y que, con independencia de la coyuntura actual, la presión fiscal en la Comunitat Valenciana se sitúa 11,7 puntos por encima de la media nacional y 21,7 por encima de la media europea.
Por su parte, la síndica de Compromís en Les Corts, Papi Robles ha declarado tras la reunión que la CEV no está de acuerdo con la tasa "ni ahora ni en ningún momento", mientras en su coalición consideran que es necesaria al igual que los turistas valencianos la pagan cuando viajan a muchos países europeos.
En cualquier caso, Robles ha enmarcado este encuentro en el proceso de diálogo al que se comprometieron para crear la tasa y en el que ya se han reunido con sindicatos, representantes vecinales y expertos fiscales. "Todo el mundo nos ha dado su apoyo a esta medida", ha resaltado.