Los vecinos de la pedanía de Más de Flors, en Sant Joan de Moró, han presentado casi una docena de reclamaciones en el ayuntamiento y varias denuncias ante la Guardia Civil tras los dos días de las fiestas del Mas de Flors. En las denuncias se quejan de que la convocatoria se ha convertido en un macro botellón que este año acabó con múltiples desperfectos en enseres de los vecinos, farolas, además de excrementos humanos y restos de vidrios y plásticos, que se han limpiado hoy después de 10 días de la celebración.
La fiesta, que tuvo lugar el fin de semana de viernes 9 y sábado 10 de junio, convocó según los denunciantes a 3.000 jóvenes, y según la organización a 1.000 personas, a participar en la barra libre de cerveza, los conciertos y la disco móvil hasta las 6 de la mañana. Los denunciantes consideran que está fiesta solo beneficia a quien gestiona las barras y perjudica la convivencia ya que muchos optan por irse del pueblo.
La fiesta, según fuentes del ayuntamiento, estaba autorizada por la Subdelegación del Gobierno y ha contado con el apoyo económico del consistorio de Sant Joan de Moró. Los organizadores son un grupo de jóvenes de 25 a 40 años, vecinos de la pedanía, que es el cuarto año que organizan el evento y que aseguran que en el evento también participa la gente mayor del Mas de Flors en los campeonatos de guiñote y la elaboración de paellas.
No piensan lo mismo los denunciantes que ven como en cada edición de esta fiesta se invade su propiedad privada con vehículos que les impiden incluso salir de su casa, con una concentración de gente sin control policial, ambulancia o plan de evacuación si se produjera una emergencia. Están, un año más molestos por la suciedad, los destrozos y el temor de salir a la calle ante el aluvión consumiendo alcohol y estupefacientes.
La fiesta, que se realiza en esta pedanía con 54 vecinos censados, mantiene enfrentados a los vecinos. Recordamos que el evento nació en 2017 para un solo día, ha tomado en 4 ediciones, 2018, 2019 2022 y 2023 una dimensión desmesurada ya que sus carteles se publicita en todos los pueblos de la comarca y en las redes del propio ayuntamiento de Sant Joan de Moró que ofrece un enlace para inscribirse a las paellas.
La división está servida entre los que consideran que un evento así no les beneficia y pone en riesgo la seguridad del entorno y los que organizan la fiesta que, reconocen que se causan molestias vecinales pero éstas se dan tan solo dos días al año.