Los libros también pueden sanar el alma y consecuentemente los dolores del cuerpo. Así lo están experimentando un equipo de médicos de cabecera del Centro de Salud de Rafalafena en Castellón que desde antes de la pandemia han puesto en marcha una iniciativa para recetar a sus pacientes lecturas sanadoras.
La idea se planteó antes de la pandemia como un trabajo de intervención comunitaria por dos médicas en prácticas que propusieron la lectura de libros como una herramienta útil para la salud. Se había ensayado algo parecido en el servicio gallego de salud y en hospitales de Manchester y Liverpool, pero poco más.
Tras un trabajo de investigación sobre los temas más recurrentes que plantean los pacientes a los médicos de cabecera (ansiedad, adolescencia, envejecimiento, el duelo, la soledad, el cuidado de los cuidadores y el malestar tras la pandemia) el equipo médico inició la búsqueda de títulos adecuados que pudieran dar respuesta al malestar de los pacientes.
Hoy, tras años de trabajo, el servicio médico de este ambulatorio ya cuenta con un catálogo elaborado de casi un centenar de libros que los pacientes pueden adquirir, según sus necesidades, o coger en préstamo en las bibliotecas de Castelló. No obstante, la biblioteca del mismo barrio Rafalafena, de ámbito estatal, ofrece una sección específica de "Biblioterapia" con varios ejemplares de cada título organizados por las temáticas elegidas.
La biblioteca de Rafalafena de Castellón acogerá mañana la presentación de este servicio pionero en España en el que han trabajado los doctores Patricia Cantos, Marta ramos, Marta Franch, Maria José Monedero y Manuel Batalla. Los médicos que han ensayado esta iniciativa, aseguran que además de mejorar la salud de sus pacientes, recetar libros ayuda a fomentar unas relaciones más humanas entre médico y paciente.