El incendio que este fin de semana ha calcinado más de 500 hectáreas del parque natural de la Sierra de Espadán está en estos momentos perimetrado.
Los 500 vecinos que tuvieron que ser desalojados el sábado por la noche del municipio de Azuebar, para pasar la noche en albergues de Soneja y Sot de Ferrer, ya pudieron regresar a sus casas durante la tarde de ayer.
La buena noticia es que las condiciones climatológicas para hoy son favorables.
El fuego fue originado la tarde del sábado por la caída de un rayo, a causa de la tormenta eléctrica registrada unida a un cambio brusco y subida de las altas temperaturas. El fuerte viento y las altas temperaturas del domingo dificultaron su extinción que ha requerido de 336 efectivos y la colaboración de la UME.
Desde esta mañana los bomberos trabajan en la zona para dar por extinguido el fuego del incendio más virulento del verano en la Comunidad Valenciana. Ha afectado a una zona de alcornocal de Soneja, Sot de Ferrer y Azuebar.