22 años y 11 meses de prisión al narco Pepito por matar a un exmiembro de su banda en Guadassuar
El tribunal ha impuesto la misma pena a otro hombre que participó en los hechos
La Ribera | 30.04.2024 13:58
La sección quinta de la Audiencia Provincial de Valencia ha condenado a un hombre, conocido como el narco Pepito, a la pena de 22 años y 11 meses de prisión por matar a un exmiembro de su banda en la localidad valenciana de Guadassuar. El tribunal impone la misma pena a otro hombre que participó en los hechos.
El tribunal, tras llegar a un acuerdo acusaciones y defensas, condena a los dos hombres a 22 años y 11 meses de prisión por un delito de asesinato consumado, otros dos delitos de asesinato en grado de tentativa y un delito de tenencia ilícita de armas.
En vía de responsabilidad civil, los condenados deberán indemnizar de forma conjunta y solidaria a los dos hijos del fallecido con la cantidad de 200.784,81 euros --100.392,40 euros a cada uno-- por los daños psicológicos y morales; y a los hermanos del fallecido y herederos en la cantidad de 21.135,24 euros.
Los hechos se remontan al 20 de abril de 2010, cuando uno de los condenados quedó con la víctima en Guadassuar para tratar de resolver un problema que existía entre ambos originado al haberle dejado la víctima una vivienda en Benimodo que pretendía recuperar.
Así, entre las 14 y las 14.30 horas de ese mismo día, llegaron a la cita la víctima acompañada de su hermano y otras personas y posteriormente lo hicieron los condenados junto a otras personas que también fueron condenadas por estos hechos.
Bajaron de los vehículos, todos ellos provistos de armas y, actuando de común acuerdo, sin mediar palabra y de manera imprevisible, efectuaron varios disparos hacia las personas con las que habían quedado.
Ante este ataque inesperado, las víctimas salieron corriendo mientras eran perseguidas y continuaban con los disparos. Una de ellas se quedó rezagada y fue alcanzada por los condenados, quienes le acorralaron y le obligaron a arrodillarse momentos antes de dispararle a cañón en la cabeza, lo que le causó la muerte de manera inmediata.
Seguidamente, los condenados abandonaron las inmediaciones con los vehículos. Como resultado, falleció una persona --de 35 años y con dos hijos que en esos momentos tenían cuatro y siete años-- y otras dos resultaron heridas por las armas de fuego.