Del “demonio” al héroe en una sola persona
Hablamos con nuestro psicólogo de guardia Edgar Bresó sobre cómo los seres humanos, en ocasiones, somos capaces de comportarnos como héroes
Lo mejor y lo peor del ser humano. Del “demonio” al héroe en una sola persona.
Uno de los efectos que ha tenido la DANA ha sido, sin duda, la movilización de muchos voluntarios que de forma altruista se han ayudado a todas las personas damnificadas por estas inundaciones. Por eso hoy, en Psicología de andar por casa, vamos a hablar con nuestro psicólogo de guardia Edgar Bresó sobre cómo los seres humanos, en ocasiones, somos capaces de comportarnos como héroes.
Edgar Bresó, buenas tardes, ¿Qué nos puedes contar sobre los comportamientos heróicos de las personas?
Buenas tardes Luis, pues hablar de héroes en psicología social nos obliga a tener que hablar de Phillip Zimbardo. Uno de los investigadores más relevantes en la psicología social moderna y que precisamente falleció el pasado 15 octubre (dos semanas antes de la DANA). Y se trata de un investigador que se hizo famoso por un experimento que tal vez conozcas y que no tiene mucho que ver con los héroes. ¿Te suena el experimento de la cárcel de Stanford? Si no me equivoco se hizo una película en 2015 sobre este experimento.
En este experimento Zimbardo y un equipo de estudiantes reclutaron a hombres en edad universitaria para pasar dos semanas en una prisión simulada en el sótano de un edificio en el campus de Stanford.
El estudio se terminó después de seis días, ya que los estudiantes que actuaban como guardias se volvieron unos abusadores y aquellos que actuaban como prisioneros se volvieron ansiosos, se deprimieron y algunos empezaron a mostrar conductas agresivas. El resultado del estudio fue impactante ya que demostró que cualquier persona puede convertirse en agresiva y cometer atrocidades si las situación así lo predispone. O en otras palabras, la situación influye en la conducta humana y poner a personas buenas en un lugar malo las hace actuar mal. Es decir, una vez más se demostró que la conducta no depende de la persona sino del ambiente. Este experimento actualmente se utiliza en la universidad para estudiar y explicar la psicología del mal.
Pero Edgar… ¿esto qué tiene que ver con el heroísmo?
Bueno, pues Zimbardo, a partir del estudio del mal, empezó a investigar sobre otros temas como la persuasión, la hipnosis, la timidez, el altruismo o la compasión y en la última etapa de su vida desarrolló un concepto propio de heroísmo. Según Zimbardo, el heroísmo no se trata solo de grandes hazañas o actos de valentía en situaciones extremas, sino también de acciones cotidianas donde las personas eligen hacer lo correcto, incluso enfrentando riesgos personales.
Para Zimbardo, el héroe es un individuo que actúa con conciencia moral para ayudar a otros, a menudo enfrentando riesgos significativos para sí mismos. Esto puede implicar desafiar normas, resistir la presión social o intervenir en situaciones de injusticia. Él distingue 3 conceptos clave:
- El primero es el heroísmo cotidiano: A diferencia de la visión tradicional de los héroes como figuras extraordinarias, Zimbardo enfatiza el heroísmo cotidiano. Según él, todos tenemos el potencial de ser héroes al tomar decisiones valientes en momentos clave de nuestra vida.
- En segundo lugar, él habla de la elección del héroe: Para Zimbardo, el heroísmo es una elección deliberada. Implica superar el miedo, la apatía o la conformidad para actuar por el bien de otros o en defensa de valores éticos y no dejarse llevar simplemente por la masa (un aspecto que ya hemos tratado en semanas anteriores).
- Y, finalmente, los factores situacionales y de carácter: Basándose en su investigación sobre el comportamiento humano, Zimbardo señala que el heroísmo puede surgir tanto de características individuales (como la empatía y el altruismo) como también de factores situacionales, como presenciar una injusticia.
Y todo esto tan teórico sobre el heroísmo, ¿Para qué sirve?
Pues a Zimbardo le sirvió para fundar el Heroic Imagination Project (HIP), que es una organización que promueve la formación y el desarrollo de comportamientos heroicos. Sería algo así como una escuela de héroes cotidianos. Y lo que hace esta fundación es:
● Entrenar las habilidades heroicas: Enseñar a las personas a reconocer situaciones donde pueden intervenir.
● Aprender a resistir a la presión social: Preparar a las personas para enfrentar dinámicas de grupo que puedan inhibir el heroísmo.
● Fomentar la autoconfianza: Ayudar a los participantes a creer en su capacidad de marcar la diferencia.
Al final, como he comentado al principio, desde mi perspectiva, la mayor aportación de Zimbardo fue cambiar el paradigma de que la gente es mala o buena por naturaleza y pensar que, del mismo modo que unas condiciones adversas pueden convertirte en una mala persona y cometer delitos graves, también un entrenamiento y unas buenas condiciones pueden convertirte en un héroe.
Zimbardo habla de algunos ejemplos de conductas heroicas cotidianas:
● La intervención en emergencias: Alguien que socorre a una persona en peligro, como un extraño que evita un accidente.
● La denuncia de injusticias: Un denunciante que expone actos de corrupción o abuso.
● Y el apoyo solidario: Personas que defienden a otros de discriminación o acoso.
En conclusión, Zimbardo redefine el heroísmo como una cualidad accesible a todos, destacando que la capacidad de ser héroe está presente en cada decisión valiente que tomamos frente a la adversidad o la injusticia. Su trabajo inspira a convertir actos heroicos en una práctica común, no solo en momentos extraordinarios, sino en el día a día.
Y dime Edgar, ¿Cuál sería, en resumen, el aprendizaje con el que nosotros como sociedad nos debería quedar de todos estos estudios?
Yo distinguiría 2 aprendizajes, uno más teórico que tiene que ver con Zimbardo y es que la educación es fundamental para diseñar y conseguir la sociedad que queremos, que las personas no son buenas o malas, las personas nos comportamos mal o bien (que es una cosa muy distinta) y eso lo demostró Zimbardo desde su experimento de la cárcel en 1971 hasta los últimos días de su vida con la creación de la fundación para el fomento de los héroes.
Y el segundo aprendizaje está relacionado con la demostración que los voluntarios nos han enseñado con la DANA. Durante este pasado mes, los jóvenes, nos han demostrado que, si les damos una motivación real y una tarea concreta, ellos se mueven y cambian las cosas. Nos han demostrado que no son una generación de cristal y que, tal vez, somos nosotros (los más mayores) quienes no estamos sabiendo darles el contexto o las condiciones para sacar lo mejor de ellos.
Así, que, como demostró Zimbardo, es nuestra responsabilidad el darles a nuestros jóvenes el motivo por el cual ser extraordinarios y ellos y ellas lo harán (conforme lo han demostrado en esta DANA).