Nuevas técnicas quirúrgicas retrasan el deterioro del nervio óptico, principal causa de la ceguera por glaucoma
La forma de prevenirlo es acudiendo a revisiones oftalmológicas ya que no da síntomas evidentes, salvo cuando el daño ya es severo e irreversible
Más de un millón de españoles sufren glaucoma según los datos proporcionados por la Sociedad Española de Oftalmología (SEO). El glaucoma es una de las principales causas de ceguera en España y debido a la lenta progresión en su evolución, la mitad de las personas que lo sufre desconoce que lo padece. Es por ello que se le conoce como la ceguera silenciosa.
Se caracteriza por la pérdida de visión como consecuencia de un daño en el nervio óptico y que se puede desarrollar en un ojo o en ambos. Especialistas de las Unidades de Oftalmología de los Hospitales Vithas de la Comunidad Valenciana hacen hincapié en la importancia del diagnóstico precoz con revisiones oftalmológicas para detectarlo y tratarlo a tiempo ya que la atrofia del nervio óptico es irreversible y, si no se trata a tiempo, puede llevar a la ceguera.
Tal como explica la doctora Teresa Sánchez-Minguet, responsable de la unidad de Vithas Valencia 9 de Octubre, Vithas Aguas Vivas y Vithas Valencia Consuelo, “el glaucoma está íntimamente relacionado con el aumento de la presión intraocular, aunque se barajan también causas de origen vascular y genético. Si el glaucoma no es atendido a tiempo, se pierde lentamente la visión lateral (periférica), como si estuvieran viendo a través de un túnel. Con el tiempo, la visión central también puede disminuir hasta que se pierde por completo” y subraya “por esta razón el verdadero problema reside en aquellas personas que aún están por diagnosticar, ya que, al ser una enfermedad asintomática, es muy difícil de detectar en los estadios iniciales, hasta que se encuentra en una fase avanzada. Se calcula que el 50% de los enfermos que lo padecen lo desconoce, por lo que no han recibido ningún diagnóstico concreto. Es clave realizar revisiones médicas cuando hay antecedentes familiares, en casos de miopía alta, y anualmente a partir de los 40 años”.
Dependiendo del tipo de glaucoma y las características del paciente se le recomendará la cirugía más adecuada. Para ello las unidades de oftalmología de Vithas Valencia, Vithas Alicante y Vithas Castellón disponen de profesionales dedicados a esta subespecialidad. Gracias al desarrollo tecnológico en el campo del glaucoma, en los últimos años han aparecido nuevas técnicas quirúrgicas que usan implantes y que se presentan como alternativa a la cirugía convencional.
- Riesgos asociados y diagnóstico
Como explica el Dr. José Luis Rincón, oftalmólogo del Hospital Vithas Medimar, “existen algunos factores de riesgo asociado como: antecedentes familiares, miopía elevada, uso de determinados medicamentos o ser de raza negra”.
El diagnóstico se hace en consulta oftalmológica mediante la toma de la presión intraocular y el estudio del nervio óptico con equipos especiales, como detalla el Dr. Rincón, “una vez establecido el diagnóstico se inicia en tratamiento con las modalidades que disponemos: tratamiento médico con presentación en gotas de uno o dos fármacos, medicamentos neuro protectores, utilización de láser o procedimientos quirúrgicos”.
“En los últimos años se están agregando nuevas técnicas de abordaje microinvasivo en la cirugía del glaucoma que facilitan el drenaje de humor acuoso en el ojo y que permite controlar los niveles de presión intraocular, factor más importante en el desarrollo de la enfermedad. Conviene recordar que es muy importante el control oftalmológico en toda persona por encima de 40 años y antes si hay factores de riesgo asociado”, añade el especialista.
- Recuperación, cuidados posteriores y prevención
La doctora Ruth López Lizcano, oftalmóloga de Vithas Castellón, especializada en el tratamiento médico y quirúrgico del glaucoma mediante diferentes técnicas como el láser, trabeculectomía, esclerectomía profunda no perforante, válvulas, MIGS, entre otras, asegura que “la forma de prevenirlo es acudiendo a revisiones oftalmológicas, porque no da síntomas ni signos evidentes, salvo cuando el daño ya es severo e irreversible, de ahí que se denomine “enfermedad silenciosa” y añade que “en las revisiones se toma medida de la presión intraocular y una paquimetris para ajustarla según las características de cada paciente, y se analiza el nervio óptico. En caso de detectarse una presión intraocular elevada se instaura tratamiento tópico mediante gotas hipotensoras para controlar el posible daño al nervio óptico. No hay que olvidar que el glaucoma es una enfermedad multifactorial pero cuyo factor de riesgo principal y el más modificable es tener unas cifras de presión intraocular adecuadas”.
Asimismo, la Dra. López, asegura que “es muy importante la adherencia al tratamiento, ya que son tratamientos crónicos que pueden causar algunas molestias en la superficie ocular pero que son imprescindibles para un buen control y evitar la progresión de la enfermedad”.