informe de la euipo

Los jóvenes españoles compran más productos falsificados y siguen accediendo a contenido pirateado

Las autoridades europeas no ocultan su preocupación por el aumento deliberado de consumo de productos y contenidos digitales piratas

Onda Cero Alicante

Alicante | 08.06.2022 15:08

La sede de la EUIPO en Alicante iluminada con el azul de la Europa Unida | Onda Cero Alicante

La edición correspondiente a 2022 del Barómetro de la propiedad intelectual entre los jóvenes (Intellectual Property and Youth Scoreboard), publicado hoy por la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO), con sede en Alicante, ofrece información actualizada sobre la conducta de los jóvenes en relación con la vulneración de los derechos de propiedad intelectual en un contexto pospandémico.

La encuesta examina las dos vertientes que intervienen en la vulneración de la propiedad intelectual (PI): las tendencias en materia de adquisición de productos falsificados por parte de los jóvenes y el acceso a contenidos pirateados, y evalúa las tendencias desde 2016.

Más de la mitad (el 52 %) de los jóvenes encuestados ha adquirido al menos un producto falsificado en línea durante el último año, deliberada o accidentalmente, y un tercio (el 33 %) ha accedido a contenidos ilegales en línea.

COMPRA DE FALSIFICACIONES

Como reflejo del contexto pospandémico, la nueva encuesta confirma que el 37 % de los jóvenes adquirió uno o varios productos falsificados deliberadamente, lo cual supone un aumento significativo en comparación con los resultados anteriores (un 14 % en 2019). La cifra varía notablemente en función del país, localizándose el porcentaje más elevado en Grecia (un 62 %) y el más bajo en la República Checa (un 24 %). España se sitúa por encima de la media europea: el 45 % de los jóvenes adquirió a propósito una falsificación.

Los productos falsificados que los jóvenes suelen comprar deliberadamente son ropa y accesorios (17 %), seguidos del calzado (14 %), los dispositivos electrónicos (13 %) y los productos de higiene, cosméticos, cuidado personal y perfumería (12 %).

Sin embargo, también se engaña a los jóvenes para que compren falsificaciones: la compra no intencionada de productos falsificados también se sitúa en el 37 % y los encuestados reconocen las dificultades para distinguir los productos auténticos de los falsificados. El 48 % no ha comprado tales productos o no está seguro de haberlos adquirido o no.

PIRATERÍA DIGITAL

Por lo que se refiere a los contenidos digitales, el acceso a partir de fuentes legales está ganando terreno entre las generaciones más jóvenes. El 60 % señaló que durante el último año no había utilizado, reproducido ni descargado contenidos de fuentes ilegales, ni había accedido a transmisiones en directo (streaming) a través de estas fuentes, en comparación con el 51 % en 2019 y el 40 % en 2016, confirmando así la tendencia.

Uno de cada cuatro jóvenes españoles accedió de forma consciente a contenidos pirateados

Sin embargo, la piratería intencionada se mantiene estable, ya que el 21 % de los consumidores jóvenes (uno de cada cinco) reconoce haber accedido deliberadamente a contenidos pirateados durante los últimos 12 meses. Una proporción significativa de los jóvenes fueron inducidos a error para que accedieran a contenidos pirateados. El 12 % accedió a contenido pirateado accidentalmente, y el 7 % no es consciente de haberlo hecho. Los principales tipos de contenidos pirateados fueron las películas (61 %) y las series de televisión (52 %), seguidas de la música (36 %), principalmente, mediante sitios web, aplicaciones y canales de medios sociales especializados. En España, uno de cada cuatro jóvenes (el 25 %) accedió conscientemente a contenido pirateado.

Las cifras de 2022 no suman el 100 % ya que, para cualquier categoría de productos determinada, los encuestados pueden haber adquirido una falsificación en algún momento de los últimos 12 meses tanto de forma deliberada como involuntariamente.

VALORACIÓN

A la luz de los nuevos resultados, el director ejecutivo de la EUIPO, Christian Archambeau, ha señalado que esta tercera edición del Barómétro "confirma las tendencias constatadas en ediciones anteriores y ofrece una visión más amplia de las percepciones y actitudes entre los jóvenes". En un momento en el que el comercio electrónico y el consumo digital han venido aumentando significativamente, el incremento de las compras intencionadas e involuntarias de productos falsificados "constituye una tendencia preocupante".

Hay otra cuestión y es que la piratería no disminuye pero los consumidores jóvenes se inclinan cada vez más por los contenidos procedentes de fuentes legales. Este nuevo análisis aporta una valiosa herramienta para ayudar a las partes interesadas, a los responsables de la formulación de políticas, así como a los educadores y a las organizaciones de la sociedad civil, a configurar iniciativas en materia de concienciación destinadas a apoyar a nuestros jóvenes ciudadanos y consumidores para que, a la hora de elegir, lo hagan con conocimiento de causa.

LOS FACTORES

Aunque el precio y la disponibilidad siguen siendo los principales motivos que incitan a la compra de productos falsificados y al acceso intencionado a contenidos pirateados, las influencias sociales, como las pautas de comportamiento de la familia, los amigos o los conocidos están ganando terreno significativamente.

No perciben diferencias entre lo falsificado y lo auténtico

Otros factores incluyen la despreocupación por si el producto era falso (o si la fuente del contenido era ilegal), el hecho de no percibir ninguna diferencia entre los productos originales y los falsificados, y la facilidad para localizar o encargar productos falsificados en línea. Uno de cada diez encuestados mencionó recomendaciones de personas influyentes o famosas.

Tanto en el caso de los productos como de los contenidos digitales, los jóvenes mencionaron los riesgos de fraude cibernético y las ciberamenazas como factores de disuasión importantes. Asimismo, en la actualidad, los jóvenes encuestados hacen referencia de manera más generalizada a una mejor comprensión del impacto negativo en el plano medioambiental o social.