ESTRENO MUNDIAL

"Mediterraneum", la sinfonía encargada por Casa Mediterráneo pretende "potenciar el hermanamiento” entre los países de la cuenca mediterránea

La Orquesta ADDA Simfònica, dirigida por Josep Vicent, interpretará la obra, con motivo de la constitución del Consejo Diplomático de Casa Mediterráneo

Isabel Egido

Alicante | 26.01.2023 15:26

"Mediterranium", la sinfonía encargada por Casa Mediterráneo pretende "potenciar el hermanamiento” entre los países de la cuenca mediterránea | ondacero.es

Casa Mediterráneo presenta el estreno mundial de la sinfonía ’Mediterraneum’, realizada por el compositor Andrés Valero-Castells, que será interpretada por la Orquesta ADDA Simfònica, dirigida por Josep Vicent, el próximo sábado 28 de enero a las 19 h. en el Auditorio de la Diputación de Alicante.

La pieza se presentará en el marco de la reunión constitutiva del Consejo Diplomático de Casa Mediterráneo, que reunirá en Alicante a los embajadores de 23 países mediterráneos, a los que se hará entrega de una partitura de la obra dirigida a sus respectivos pueblos. Casa Mediterráneo ha encargado esta pieza, además, en el año en el que conmemora el décimo aniversario de su establecimiento en la actual sede, en la antigua estación de tren de Benalúa.

Tras un arduo trabajo de investigación, Valero-Castells ha realizado una obra extensa y profunda, de 40 minutos de duración, que ofrece una visión integral y global del Mediterráneo. La sinfonía se divide en cuatro movimientos.

El primero, titulado “Cuna de civilizaciones”, se inicia con un poderoso poliacorde que simboliza la riqueza cultural de un mar que baña más de 20 países de 3 continentes diferentes. La introducción da paso a un viaje retrospectivo a lo largo de la historia, con referencias a las músicas escritas más antiguas de las que se tienen noticias, surgidas todas ellas en el entorno mediterráneo. Se basa en cuatro documentos clave: el Himno Hurrita a la Diosa Nikkal (1.400 a.C.), los Himnos Délficos a Apolo (128 a. C.), el Epitafio de Seikilos (s. I d.C.) y el Himno de Oxirrinco (s. III d.C.). “Además de conectar con esa memoria histórica ofrecían un paradigma bastante amplio de todo lo que hay implicado en el Mediterráneo como cuna de civilizaciones”, afirma el compositor.

Una obra extensa y profunda, de 40 minutos de duración, que ofrece una visión integral y global del Mediterráneo

El segundo movimiento, denominado “Tragedia de migrantes”, pone de relieve el hecho de que “la cuenca mediterránea, cuna de civilizaciones, es al mismo tiempo una tragedia, una desdichada tumba de personas”, señala Valero-Castells. Según la Organización Internacional para las Migraciones, entre las tres rutas migratorias principales, cada año pierden la vida en el Medi­terráneo más de 2.000 personas. En esta parte de la obra, el maestro hace un guiño a una canción de rock del compositor José Luis Campuzano “Sherpa” (ex de Barón Rojo), titulada Sueños Ahogados, que aborda el fenómeno de la inmigración.

En el tercer movimiento, llamado “Utopía mediterránea”, el más descriptivo y abstracto, el compositor ha querido dejar espacio a la esperanza. En él ha pretendido crear la sensación de adentrarse en el mar. Por ello, en un momento determinado se escucha a tres caracolas marinas, una metáfora de un diálogo entre los tres continentes que invita a la reflexión, al tiempo que supone una denuncia a la degradación que sufre el Mediterráneo por factores como la contaminación, la sobrepesca o el cambio climático. El movimiento concluye con un pequeño guiño a la obra del compositor Rafael Liñán, Polifonías utópicas.

Finalmente, el último movimiento, Praderas de Posidonia, pone el acento sobre la “verdadera joya ecológica del Mediterráneo, que hay que conservar y potenciar, porque es una lección de cómo la misma naturaleza puede ayudar a regenerar la vida en el Mediterráneo”, explica. La posido­nia oceánica -Patrimonio de la Humanidad por la Unesco- captura el carbono azul y en su hábitat natural es clave para poder reducir el impacto del cambio climático. La sinfonía se cierra con una sensación de lógica, donde vuelven a sonar algunos de los temas incluidos previamente, pero combinados de manera diferente.

La partitura se entregará a los 23 embajadores de los países integrantes del Consejo Diplomático de Casa Mediterráneo, con la perspectiva de que las orquestas interesadas la interpreten más allá de nuestras fronteras, trasladando su mensaje de hermandad a lo largo y ancho del Mare Nostrum. El concierto contará con la asistencia de representantes del ámbito de la política, la empresa, la cultura y la sociedad alicantina.