Tras encontrar la serpiente -una pyyhon regius- sobre la una de la madrugada, la dueña del piso alertó a la Guardia Civil, que cree que el animal se habría escapado del terrario del algún vecino.
La serpiente no tenía ningún microchip ni estaba dada de alta como animal doméstico, lo que supone una infracción administrativa, pero la Guardia Civil no puede interponerdenuncia ya que desconoce quién es el dueño de la serpiente.
El SEPRONA ha entregado a la pitón a un centro de animales silvestres, han añadido las mismas fuentes.