La Policía Nacional y la Guardia Civil han detenido a tres personas por supuestamente robar con violencia un camión cargado con perfumes valorados en cerca de dos millones de euros, haciéndose pasar por policías en la localidad madrileña de Alcalá de Henares.
También han arrestado al propietario de un almacén de la localidad madrileña de Móstoles, que supuestamente compró parte de los efectos sustraídos, ha informado la Jefatura Superior de Policía de Madrid. Ocurrió el 4 de julio, cuando dos hombres y una mujer, a bordo de un coche de alta gama dotado de lanza-destellos policiales, hicieron señales lumínicas al conductor para que se parara en el arcén.
Fue entonces cuando lo intimidaron con un arma de fuego, haciéndose pasar por agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, y le pusieron un pasamontañas en la cabeza. Le arrebataron su teléfono móvil, le quitaron los cordones de sus zapatos, le introdujeron en un segundo vehículo y le abandonaron en la localidad de Torres de la Alameda, a poco más de diez kilómetros en coche.
También se hicieron con la carga del camión, perfumes valorados en cerca de dos millones de euros. Pocos días después, los agentes de la Policía y de la Guardia Civil localizaron la mercancía en una nave industrial de Camarma de Esteruelas y encontraron al camión, abandonado y completamente vacío, en Santos de Humosa, ambas localidades próximas al lugar de los hechos.
Ocho días después del robo, los investigadores establecieron un dispositivo para detener a los sospechosos. Pese a que trataron de huir, fueron alcanzados y detenidos por delitos de robo con violencia e intimidación y detención ilegal. También intervinieron el coche con el que supuestamente cometieron el delito, en el que encontraron 63.000 euros en efectivo escondidos bajo los asientos y en el bolso de la mujer.
El Juzgado de Instrucción de Alcalá de Henares, que ha coordinado la investigación, decretó el ingreso en prisión de los tres sospechosos. En la nave de Camarma de Esteruelas recuperaron 45 palés de perfumes del total de los 64 que habían sido sustraídos. El resto había sido comprado por un hombre que regentaba una empresa de venta al por mayor en Móstoles, quien también fue arrestado por un delito de receptación.