La estación de Metro de Gran Vía reabrirá tras más de 1.000 días cerrada por obras
La mítica estación de Metro de Gran Vía, que ha permanecido cerrada durante los últimos tres años por obras, volverá a abrir sus puertas 825 días después de lo esperado, después de que la aparición de restos arqueológicos y el coronavirus dilataran el plan de obras.
La presidenta en funciones de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha anunciado que el próximo 16 de julio reabrirá la estación de Metro de Gran Vía, que llevaba cerrada desde el pasado 20 de agosto de 2018. Aunque estaba previsto que las obras para reformar la parada finalizaran en abril de 2019, su puesta a punto se demoró tras el hallazgo de restos arqueológicos y, más tarde, debido a la crisis sanitaria del coronavirus.
La estación de Gran Vía fue una de las ocho primeras que se inauguraron en octubre de 1919 y, desde entonces, estaba entre las 25 más usadas de la región. Por ello, la jefa del Gobierno regional ha querido señalar que "hoy estamos rescatando y modernizando una parte de la historia de la Comunidad de Madrid", donde se acoge a más de 16 millones de viajeros anualmente.
Retraso de 825 días respecto a lo anunciado
El retraso en las obras de la estación ha marcado seriamente la historia de la mítica estación de metro. La estación reabrirá 825 días después de lo anunciado, debido en parte al hallazgo de restos del suburbano madrileño, algo que ya se había advertido meses antes de comenzar las obras.
A pesar del retraso en las reformas de la estación, que se han extendido hasta superar los 1.000 días, la líder popular ha insistido en que, cuando los ciudadanos vean el resultado y su puesta en marcha, "sabrán que ha merecido la pena". "No ha sido una obra fácil”, ha recalcado Ayuso, recordando que, desde que se cerró el metro en Gran Vía, ha habido que “lidiar con inclemencias históricas, sanitarias y meteorológicas”, superadas gracias a la colaboración institucional con Adif, Metro de Madrid y la Dirección General de Infraestructuras.
Una reproducción del templete de Antonio Palacios
Ahora, la mítica estación recuperará una reproducción del templete original de Antonio Palacios de 1920, de nueve metros de altura y que contará, como el original, con un voladizo de vidrio y metal. Esta estructura presidirá la marquesina de la entrada al metro situada entre las calles Montera y Gran Vía, como así lo hizo hasta 1970. "Hemos acudido a las canteras de Porriño para traer la misma piedra que usó Palacios en su obra original", ha explicado Isabel Díaz Ayuso, haciendo hincapié en la necesidad de recuperar su valor simbólico.
Reforma de casi 11 millones de euros
La ampliación del metro de Gran Vía incluye cuatro nuevos ascensores y 13 escaleras mecánicas, así como 14 nuevas máquinas de venta de billetes y 17 tornos de entrada, seis de ellos destinados a personas con movilidad reducida, una reforma que ha supuesto una inversión de casi 11 millones de euros.
Museo con restos arqueológicos
Además, esta renovación también ha supuesto un cambio en la arquitectura de la estación, que contará con un eje vertical con conexión de los distintos niveles. En el primero, habrá un nuevo vestíbulo que ampliará el actual de 900 a 2.000 metros cuadrados; en el segundo nivel intermedio de paso, se creará un pequeño museo con los restos arqueológicos hallados en las excavaciones; mientras que en el tercer nivel, se encontrará la conexión con la línea 5.
Conexión subterránea con Renfe Cercanías de Sol
Una de las grandes novedades que introducirá esta reforma será un túnel de 85 metros de largo y seis de ancho, que conectará a nivel subterráneo la estación de Gran Vía con los andenes de Cercanías de Sol.
Según apunta la presidenta, el gobierno regional calcula que un 25% de los viajeros que se bajen de la estación de tren saldrán a la Gran Vía y se espera que, con la nueva conexión entre Gran Vía y la estación de Sol, el número de viajeros alcance los 66.000 diarios.