Acelgas, espinacas, lechuga romana, zanahorias, coles, alcachofas, pimientos rojos, berenjenas y por supuesto la calabaza, son algunas de las verduras de temporada que tenemos en su momento óptimo y en esta gran huerta que tenemos, se desarrollan proyectos tan importantes y ambiciosos como el de Huerta Carabaña, que, gracias a la investigación agrícola de vanguardia, los métodos de cultivo tradicionales y la honestidad con el medio ambiente, se ha convertido en un referente de la producción de frutas y verduras en la capital. Hace más de 15 años que José Cabrera, junto a su mujer Amparo, se propusieron preservar el patrimonio gastronómico y esos sabores de antaño que tanto nos gustan. Y lo ha hecho en una impresionante finca rodeada de naturaleza al sureste de Madrid, junto al río Tajuña, que nutre sus más de 300 hectáreas de huerto, viñedo y olivar. Aquí cultivan, entre otras cosas, lo que es la joya de la corona de la casa: una colección de más de 200 variedades de tomates, única en el país, que prospera durante el verano. Aunque, ahora, con el otoño, es el turno de otros productos: desde calabazas hasta pimientos, lombardas o berenjenas de porcelana. Y eso no es todo, porque la huerta también produce legumbres, su propio vino de uvas Tempranillo, Syrah, Merlot y Cabernet Sauvignon, y un aceite elaborado en la almazara de la finca de la variedad de aceituna Changlot Real. Además, cuentan con una amplia gama de productos envasados y conservas. Todos estos ingredientes se pueden comprar a través de su tienda online www.huertacarabana.com, en las fruterías de El Corte Inglés, o en la tienda que tienen en la calle San Francisco de Sales. Ojo a sus cestas, un regalo gourmet increíble para las fechas que vienen.
En Madrid, otra de las zonas más importantes de cultivo está en Villa del Prado, bañado por la Cuenca del Alberche. Hay muchas empresas que se dedican al cultivo, recolección y venta. Ir ya hasta Villa del Prado y comprar allí en cualquiera de sus tiendas o en los mercadillos es ya de por si una experiencia. Una de estas firmas es Verduras Curro, por ejemplo, una empresa familiar que llevan muchos años dedicada a la producción de verduras y hortalizas en este municipio y tiene la M de Producto Certificado de la Comunidad de Madrid, por lo que todo lo que se venda de su marca sabemos que tiene una calidad superior y es garantía de frescura y de producto de proximidad, y es bastante fácil encontrar sus verduras en los centros comerciales madrileños.
En Torremocha del Jarama, en el Canal de Carrabus, en la Vega alta del Jarama hay 19.000 metros2 de un ingeniero agrónomo y una maestra que se embarcaron en la aventura de Tómate La Huerta. Su fin común, respetar el medio ambiente y a nuestra salud a través de un consumo responsable y saludable. Cuentan con la M de Producto certificado. Además, colaboran con otros pequeños productores para vender en su tienda on line www.tomatelahuerta.com sus productos y así poder hacer más compra, como galletas y hogazas artesanas, miel… Venden cestas que envían a domicilio y tienen varios puntos de reparto en Madrid.
Nos vamos a la vega del río Jarama, en San Sebastián de los Reyes, donde se encuentra Finca Monjarama, un vivero de 12 hectáreas regentado desde hace 30 años por la familia del ingeniero agrónomo Hugo Vela Marionnet, cuarta generación de freseros, quien ahora se encarga de la dirección del negocio. Esta finca cultiva especialmente una variedad de fresa única llamada ‘Mara de Mois’, que el abuelo de Hugo trajo desde Francia, y que es conocida por ser el “caviar” de las fresas. Además de esta fresa, cuya campaña se desarrolla entre mayo y principios de octubre, cultivan otros productos frescos -como frambuesas, moras, tomates…- siguiendo la normativa de producción ecológica. Ahora el protagonista es la calabaza, donde en noviembre se han realizado actividades para ir a recogerlas, y ahora en diciembre tendrán actividades para realizar adornos navideños con lo que el campo nos ofrece. Nada como visitar su web www.monjarama.com.