Semana grande

Hasta aquí se ha disputado muchos partidos muchas batallas pero a partir de ahora, no va más. La temporada entra en el momento decisivo, en la hora de la verdad, para lo bueno y para lo malo. Lo que ocurra entre el martes y el domingo marcará definitivamente el balance de la temporada del Barcelona. Los azulgranas han llegado vivos hasta aquí. Es verdad que en la liga el panorama está muy complicado y quedan muy pocas opciones de lograr levantar el título, pero, al menos, en las últimas semanas el Barcelona ha seguido compitiendo con gran dignidad juego y resultados al líder, el Real Madrid.

El paso adelante que han dado los jugadores en los últimos meses, el rendimiento y el compromiso han situado al equipo en disposición de ilusionar a la afición y de competir casi hasta el final, los dos títulos más importantes que quedan en juego.

La suerte ya está echada. En Europa se ha abierto un escenario imprevisto y sorprendente hace algunas semanas de tal manera que si el Barcelona es capaz de doblegar en su estadio al PSG, tras la gran victoria lograda en París, estará a tiro de la gran final de Wembley y ante un equipo no inaccesible, y me atrevería a decir que hasta más accesible de lo que es normal en unas semifinales de Champions y dicho todo con el máximo respeto al vencedor de la eliminatoria entre el Atlético de Madrid y el Borussia de Dortmund.

Apasionante lo que viene en Europa y no menos apasionante el nuevo escenario en la liga. Es cierto que el Real Madrid parte con una sensible renta de 8 puntos para las 7 jornadas que quedan por disputar, pero la inercia positiva del Barcelona en las últimas semanas, al menos hace concebir la esperanza de que el equipo de Xavi Hernandez le seguirá peleando con orgullo el título a los blancos y trataré de ponérselo lo más difícil posible.

Pero vayamos por partes, y cronológicamente, y lo prioritario y más importante en estos momentos es el duelo europeo de mañana ante el PSG en los Cuartos de final de la Champions League. Luego vendrá el Madrid, peo ahora mismo, todos los sentidos deben estar centrados en eliminar al equipo de Luis Enrique y acceder a la penúltima ronda de la gran Champions League. .

Es también el momento, la hora de la afición barcelonista, de demostrar que el equipo, en estos momentos de exigencia no estará solo. Que creen en ellos y que quieren seguir viviendo un idilio con la actual Champions League.

Semana grande de alegria o tristeza. De éxtasis o decepción. No va más.