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Antonio González vivió toda su infancia y juventud en el barrio de Gracia de Barcelona, donde sus padres instalaron su campo base. Ya de adulto, se casó en Barcelona por el rito gitano con la bailaora Dolores Amaya Moreno, sobrina de Carmen Amaya y La Chunga. Con ella tuvo una hija: Antonia, Toñi, en 1955. Esta mujer acabó siendo bailaora. El artista acabó abandonando a ambas para unirse a Lola Flores, a la que conoció por medio de Manolo Caracol. Él tuvo otro hijo después de Toñi. Se llama Juan y su madre es la bailaora de Jerez Carmen Santos. Ya en 1957, Antonio González y Lola Flores formalizan su amor con una boda. Fue el 27 de octubre de ese año en el Monasterio de El Escorial.
Las primeras grabaciones de 'El Pescaílla' con Lola Flores datan de 1964. El temperamento de La Faraona y su carisma artístico hicieron pasar a un segundo plano la figura de Antonio González, que asumió la situación y dejó prácticamente de grabar discos . A pesar de los augurios, la relación se mantuvo firme contra viento y marea durante treinta y ocho años, aunque ella explicó al país entero con toda honestidad que lo suyo se había acabado hacía muchos años.
El 16 de mayo de 1995 murió Lola Flores. Y su hijo Antonio lo hizo sólo catorce días después. Esto fue un durísimo golpe para Antonio González. El padre de la rumba flamenca falleció en Madrid el 12 de noviembre de 1999 a causa de una enfermedad hepática arrastrada desde hacía mucho tiempo. Tenía sólo setenta y cuatro años. Este catalán universal está enterrado en el Cementerio de la Almudena con su mujer y su hijo.