La liga más cerca

Otro fin de semana no exento de polémica , una jugada dentro del área del Barcelona de Kessie, con Fran Pérez levantó las iras de los aficionados y, en especial de los valencianistas, entendiendo que el derribo dentro del área era penalti en la recta final del partido, y podría haber supuesto el tanto del empate. Fue un encuentro extraño que disputaron Valencia y Barcelona en el Camp Nou marcado por las ausencias significativas de los dos equipos y por la necesidad imperiosa de los puntos, porque si el Barcelona los necesita para mantener su distancia y asegurarse el título de liga, la lucha del Valencia por la permanencia metido de lleno en los puestos de descenso es verdaderamente complicada y va a tener que estar luchando por la salvación hasta las últimas jornadas.

En la primera parte, el Barcelona fue superior a su rival, sin hacer un gran juego, dominó la situación claramente y controló el partido ante un inoperante equipo el valencianista que apenas inquietó la portería de Ter Stegen y llegó sobre la zona defensiva del Barcelona. Una jugada aislada de astucia de Sergio Busquets sirvió para encarrilar el partido con la ley del mínimo esfuerzo y volver a colocar a los Blaugrana por delante en el marcador y para conseguir una victoria más. En la segunda parte, el partido siguió por la misma tónica, con el Barcelona, controlando la situación y el Valencia muy remiso en ataque. Hasta que llegó la primera jugada de la polémica penalty por manos de Guillamon que lucharon para sacar Ferran Torres y Ansu Fati, quedando una mala imagen de dos futbolistas que querían la gloria para ellos. Para colmo Ferran, que lanzó al final el lanzamiento, marró el penalty, alimentando el debate de quién debería haberlo tirado. Eso le dió vida al Valencia y a renglón seguido llegó la jugada que marcaría la recta final del partido, un grave error de Koundé, que dejó vendido a Araujo ante Hugo Duro provocando la tarjeta roja de su compañero en la defensa. Quedaba más de media hora de partido y el Barcelona, que lo podía haber sentenciado tuvo que sufrir más de la cuenta. A pesar de ello, una vez más, la defensa Barcelonista estuvo extraordinaria y aguantó sin grandes agobios las acometidas de los visitantes. Tan solo esa jugada polémica que en el campo pareció penalti y que Alberola Rojas entendió que no y pudo haber cambiado el signo del partido, pero el Barcelona aguantó hasta el final y se aprovechó del traspiés del Real Madrid, en el campo del Betis para colocarse la liga mucho más cerca.

En lo negativo, el cansancio que demuestran muchos de los jugadores del equipo de Xavi, hasta el punto de que De Jong no pudo terminar el partido porque se les hace muy largos a los habituales titulares.

Ansu sigue sin encontrar su sitio en la delantera y cada día pasan más oportunidades desaprovechadas. Ferran tampoco estuvo acertado y Rafinha lo suficiente como para marcar un gol valioso. Lo mejor del equipo fue Busquets y el ritmo que le puso en el centro del campo. Kessie cuando entró ayudó a dar solidez al equipo, la misma que dan los centrales del Barça, arropados por Marcos Alonso, que han convertido la portería de Ter Stegen en algo inexpugnable. Ahora se trataba de ganar, de seguir, aumentando distancias, de seguir sentenciando la liga, que cada día tiene más color Blaugrana.