Investigadores han conseguido que un feto de oveja sobreviva 12 días en una placenta artificial
Es el principal hito que ha conseguido el proyecto BCNatal, y es un paso importante para poder tratar bebés prematuros fuera del vientre de la madre y sin causar secuelas de por vida
El Hospital Sant Joan de Déu y el Clínic de Barcelona han presentado los primeros resultados de un proyecto que puede cambiar radicalmente la supervivencia de bebés prematuros extremos, los que nacen por debajo de las seis semanas de gestación.
Han logrado crear una placenta artificial que logra doce días de supervivencia del feto. Se ha probado en animales y en dos o tres años, podría utilizarse en humanos.
Problemas de los bebés prematuros
Antes de los seis meses de embarazo, los pulmones, los intestinos y el cerebro del feto están poco desarrollados y no están preparados para funcionar de manera correcta. Con menos de un kilo de peso, estos neonatos necesitan apoyo respiratorio y alimentación por vía intravenosa para poderse mantener con vida.
Esto puede provocar complicaciones y tener un impacto en el futuro. El director del proyecto, Eduard Gratacós, ha explicado que la investigación quiere reproducir y prolongar las condiciones fisiológicas del útero materno que permita el desarrollo correcto de los órganos.
En este sentido, los científicos esperan que en dos o tres años ya se puedan hacer ensayos clínicos para trasladarlo a fetos humanos ultraprematuros que tendrían una supervivencia casi nula con la tecnología actual.
Estudio del Clínic y el Sant Joan de Déu
El estudio ha sido liderado por el Hospital Clínic y el Sant Joan de Déu, y financiada por la Fundación la Caixa. En poco más de 2 años y con menos de 4 millones de euros, el estudio se ha situado como uno de los dos proyectos mundiales más avanzados en este terreno.
Aparte del CaixaResearch Placenta Artificial, en estos momentos solo hay cuatro grupos en el mundo que han desarrollado modelos experimentales con avances significativos: dos en Estados Unidos, un que lidera un consorcio de Australia y Japón y, finalmente, un cuarto en Canadá.