Las implicaciones que tiene el traspaso "íntegro" de los Rodalies de Cercanías a Cataluña

El traspaso íntegro del servicio de Rodalies es una aspiración histórica de los principales partidos catalanes. A finales de 2009, el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y el ejecutivo de José Montilla cerraron un traspaso parcial. La Generalitat asumía la gestión del servicio, básicamente todo lo que se refiere a horarios, frecuencias, líneas y precios. También incluía la potestad para elegir al operador, que ha seguido siendo RENFE, y el traspaso económico para sufragar el coste del servicio del operador. Una financiación que no llegó a materializarse. La falta de inversiones en el mantenimiento de las infraestructuras ha ocasionado reiteradas incidencias en el servicio, lo que ha supuesto en múltiples ocasiones un caos para sus usuarios.

¿Qué implica el traspaso íntegro?

Con el acuerdo entre el PSOE y ERC, el Gobierno catalán gestionaría todas las competencias del servicio ferroviario de Rodalies. Estamos hablando del control de los trenes y del personal - que son de RENFE -, así como de las estaciones y de las catenarias - de ADIF -. La red tiene una longitud de casi 1.200 kilómetros y 200 estaciones, según el documento Actualización del Plan de Rodalies de Catalunya (2020-2030). A falta de conocer el detalle del acuerdo, hasta hace poco el Ministerio de Transportes defendía que no era operativo ceder toda la red, ya que algunas vías son consideradas de interés general porque conectan Cataluña con otras comunidades autónomas o con otro país, como Francia.

¿Qué pasa con el personal de RENFE?

Los trabajadores de RENFE y sus sindicatos siempre han visto con recelo el traspaso completo a la Generalitat, ya que, podrían modificar sus condiciones laborales. De hecho, en anteriores ocasiones el sindicato de maquinistas ha convocado diversas huelgas para protestar por la negociación del traspaso del servicio.

La financiación

Seguramente, la cuestión más peliaguda es la de la financiación. El Gobierno de Pere Aragonés siempre ha reivindicado que el traspaso del servicio debe ir acompañado de las inversiones necesarias para actualizar y modernizar el servicio. De momento, no ha trascendido ninguna cifra. La Generalitat se ha quejado de un déficit histórico en la red ferroviaria, mientras que el actual Ministerio de Transportes ha defendido las actuaciones hechas para mejorar Rodalies y ha achacado la falta de compromiso presupuestario a los anteriores ejecutivos del PP.