Catalunya | 21.11.2023 08:36
Parto de la base de que Gavi es insustituible en este equipo y posiblemente en cualquiera.
Reúne unas cualidades muy específicas como son su enorme garra, intensidad, agresividad, actitud y por supuesto su calidad técnica.
No hay otro jugador como él en el actual plantel del Barcelona y de ahí que haya sido un intocable las alineaciones de los últimos tiempos y uno de los hombres Que mayor ha contribuido a ofrecer un buen nivel en las últimas semanas. Es cierto que la plantilla actual del Barcelona no es muy larga, todo lo contrario, apenas eran 19 fichas del primer equipo y la complementaban, los canterano Lamine Yamal y Fermín López, que te permitían tener un total de 21 fichas y poder competir con ciertas garantías de no quedarte corto a lo largo de la temporada.
Sin Gavi la situación cambia porque es un jugador que te garantizaba más del 80 % de los partidos y por tanto tienes que sustituirle con alguien que cubra esos minutos.
El problema está en traer a un jugador de rendimiento inmediato.
Algo muy complicado con el sistema de juego del Barcelona, las características del medio del campo, y el enorme nivel de exigencia que tiene un club como este.
Traer a un jugador de esta calidad tiene un elevado precio, y salvo algún descarte de un equipo grande que encaje como anillo al dedo en la actual plantilla del Barcelona Es un riesgo muy elevado.
Pensando en la recuperación de Sergi Roberto, la opción de aprovechar jugadores como Marc Casadó o Unai Hernandez y con la recuperación de Pedri y de Jong Cabe pensar que el Barcelona y con la ayuda de un cambio de sistema, incluso en el que los laterales incorporan el centro del campo, podría salvar los algo más de seis meses que le quedan a la competición.
Eso si siempre y cuando las lesiones respetaron al resto de centrocampistas, porque ya estamos viendo que este año la lacra de las lesiones puede penalizar y mucho los equipos como está ocurriendo al real Madrid al que le han asolado gravemente y que puede pagarlo carísimo de aquí a final de temporada.
En principio si no viene algo bueno bonito y barato, y seguro en rendimiento, casi mejor mirar dentro y tirar con lo que hay.