La cúpula mayor de la Generalitat de Catalunya se reúne este jueves para decidir si decreta la entrada de la fase de emergencia por sequía. El embalse Ter-Llobregat ya roza el 16%, una cifra marcada como referencia para decretar la entrada de la fase restrictiva más dura. De esta manera, está previsto que, a partir de este jueves, entremos en esta fase. Una fase que cuenta con tres sub fases. En la primera, el consumo por persona y día se limitará a 200 litros, en la segunda serán 180 y en la tercera 160.
Estas restricciones por persona y día pueden crear alarmismo en muchas personas, pero según el Doctor Narcís Prat, profesor emérito de Ecología por la Universitat de Barcelona, "el consumo medio de una persona en condiciones normales suele rondar los 100 litros por día, quien más quien menos, así que no hay que preocuparse en exceso, no supone dejar de ducharse o no utilizar agua cuando se necesite. Evidentmente, sí que tenemos que tener más en cuenta nuestro consumo de agua, pero en condiciones normales no tendremos que dejar de hacer nada con estas restricciones".
El agua, tan escasa hoy en Catalunya y otras partes de España, ha sido un recurso hasta ahora obviado El doctor Prat recuerda: "Cuántas veces hemos mirado en la factura del agua los litros que hemos consumido? Seguramente nunca. El agua ha sido obviada hasta ahora, y no se ha vivido con la percepción de que algún día pudiera escasear".
Excesos de confianza aparte, Prat cree que tampoco se ha actuado a tiempo con el cambio climático: "Las medidas han llegado muy tarde, cuando la amenaza del empeoramiento del cambio climático venía de hace tiempo. No lo hemos visto como una amenaza tan real hasta ahora, cuando ya ha sido tarde para prevenir, y ahora tenemos que remar a contracorriente".
Hace mucho tiempo que tenemos que lidiar con la sequía por la falta de lluvias y los niveles bajos de los embalses, y Narcís Prat cree que "no estábamos preparados para una sequía tan larga y severa. Las que ha habido anteriormente han sido más breves y las hemos conseguido superar, pero con esta llevamos ya un tiempo y aún falta mucho por aguantar". Aún así, cree que sectores como el hotelero o el agrícola, muy afectados por las restricciones en emergencia, "ya vienen tomando sus propias medidas desde hace tiempo, porque les va el dinero, les va la vida". De hecho, cree que "no hay que poner en el mismo saco a todos los que se dedican al sector, no es justo decir que todos los payeses o los hoteleros lo hacen bien o lo hacen mal. Como siempre, habrá de todo".