El gobierno municipal de Barcelona ha aprobado el Plan de Usos del Eixample... Un plan que, según el grupo de Ada Colau, tiene el objetivo de proteger la vida comercial y vecinal del distrito central de la capital catalana... Se ha aprobado con los votos a favor de Barcelona en Comú, PSC, Esquerra y la abstención de Junts por Cataluña.
El plan ha conseguido los apoyos necesarios gracias a las incorporaciones de las enmiendas de los republicanos y de Junts, que piden revisar la regulación durante el primer año de aplicación y la creación de una tabla de diálogo entre comerciantes y entidades vecinales para negociar los puntos del plan.
Unas enmiendas que han provocado el cambio de voto de los PSC, que la semana pasa estaba en contra. Igualmente, se trata de un plan que ha recibido mucha crítica por parte del resto de grupos de la oposición, quienes también ha aprovechado la ocasión para criticar las superislas.
El plan afecta a todo el Eixample y define a dos ámbitos diferenciados: en el primero se incluye las calles ya pacificadas, en pacificación o que se pacifiquen en el futuro, y el barrio de Sant Antoni, y el segundo engloba el resto del distrito. En las zonas pacificadas, las condiciones que se aplican son limitar un máximo de cinco establecimientos en un radio de 50 metros y un máximo de 18 en un radio de 100 metros.
También se contempla una distancia lineal de separación de 25 metros por restauración, autoservicios, conveniencia y tiendas de alimentación con degustación. En el resto del distrito, puede haber un máximo de 20 establecimientos en un radio de 100 metros.