Unos 250 conductores de coches con licencia de VTC se han concentrado a primera hora de la mañana en la Plaza España de Barcelona, el punto donde habitualmente empiezan las manifestaciones de los taxistas.
Allí, han hecho una vuelta a pie en la plaza siguiendo un coche de caballos que llevaba un ataúd, simulando una marcha fúnebre con el objetivo de escenificar el funeral del sector.
Y es que consideran que la nueva regulación hecha por el gobierno, que según dicen provoca la paralización de más del 75% de la flota, les condena a desaparecer.
Roman Llort, portavoz de los conductores VTC, cifra en más de 300 las licencias que no se han concedido a pesar de que los demandantes de estas cumplen con todos los requisitos. Llort insiste en diferenciar su trabajo del de las VTC de plataformas como Uber o Cabify asegurando que hay empresas con más de 80 años de antiguedad.
Las protestas se repetirán este martes 7 y miércoles 8 de febrero.