Tras el acuerdo de Esquerra y de Junts per Cataluña, Laura Borrás ha sido elegida este viernes presidenta del Parlament. Aunque no lo ha conseguido en primera votación, por mayoría absoluta, ya que la CUP, necesaria para superar los 68 diputados, recelaba de ella por la sombra de sospecha que la persigue. En concreto, el Tribunal Supremo la investiga por fraccionar presuntamente contratos por casi 260 mil euros para adjudicárselos a dedo a un colaborador suyo durante su mandato como directora de la Institució de les Lletres Catalanes. Está acusada de prevaricación, fraude en la administración, malversación y falsedad.
Laura Borràs (Barcelona, 1970), siempre ha estado vinculada al mundo académico y literario. Licenciada en Filología catalana y especializada en literatura medieval y literatura en formato digital, entró en el mundo institucional en el 2013 como directora de la Institució de les Lletres Catalanes, cargo que ostentó durante cinco años. Fue en aquella época cuando también firmó el polémico manifiesto del Grupo Koiné a favor de que el catalán fuese la única lengua oficial en Cataluña. También atribuye a la inmigración masiva el bilingüismo mayoritario de la sociedad catalana.
La que se autodenomina como hija del 1 de octubre no irrumpió en la primera línea política hasta el año 2017 cuando fue elegida diputada por Junts per Catalunya en el Parlament. Desde entonces su trayectoria política ha sido fulgurante. Primero, fue nombrada consejera de Cultura en el 2018 y después abandonó el Departamento para encabezar la candidatura de Junts per Catalunya en las elecciones generales. En el Congreso, Borràs ha hecho ostentación de una política beligerante y de confrontación ante el gobierno de Pedro Sánchez mientras Esquerra apostaba por el diálogo.
Con la disolución automática del Parlament y la convocatoria de las elecciones catalanas para el 14 de febrero, Laura Borràs deja el Congreso y regresa a Catalunya para hacer tándem con el expresident Carles Puigdemont como candidata efectiva a la presidencia de la Generalitat. Con una campaña con la reactivación de la DUI como hilo argumental, Borrás quedó en tercer lugar, con 32 diputados, por detrás de Esquerra y PSC.