Sánchez y Puigdemont hablan de la situación política en Cataluña y el proceso de investidura
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, se han reunido por primera vez en el Palau de la Generalitat, para intercambiar impresiones sobre la situación política en Cataluña y el proceso de investidura.
El encuentro ha empezado pasadas las 12.45 horas, después de que Sánchez llegara con su vehículo a la sede del Govern en una plaza Sant Jaume de Barcelona llena de periodistas, turistas y curiosos que esperaban el momento.
Justo después de entrar Sánchez en Palau, una mujer que exhibía una bandera española ha discutido con un grupo de personas con banderas independentistas, si bien agentes de los Mossos d'Esquadra han impedido que el forcejeo fuera a más.
Sánchez se ha dirigido al despacho del presidente de la Generalitat en medio de una gran expectación mediática, con decenas de periodistas apostados en la galería gótica del Palau para captar la imagen del apretón de manos entre ambos dirigentes.
La cita tiene lugar dos meses después de que Puigdemont y Sánchez mantuvieran una primera conversación telefónica en la que se comprometieron a "restablecer los canales de comunicación y diálogo entre las instituciones".
Pero el encuentro también llega después de la fallida investidura de Sánchez y a la espera de si se abren nuevas negociaciones para tratar de desbloquear la situación, en la que el líder del PSOE ha rechazado de plano contar con el apoyo de ERC y de Democrácia i Llibertat, la coalición liderada por Convergencia, mientras no den marcha atrás en su proyecto independentista.
Sánchez también ha dejado clara su oposición frontal a la celebración de un referéndum en Cataluña, como demandan los partidos soberanistas y otras formaciones como Podemos y su marca en Cataluña para las pasadas elecciones generales, En Comú Podem.
En este sentido, según fuentes consultadas por Efe, se prevé que el presidente catalán plantee en la reunión con Sánchez la necesidad de celebrar en Cataluña un "referéndum legal", una idea que el secretario general del PSOE no suscribe, aunque sí ofrecerá otras recetas para evitar el choque de trenes territorial.
Así, el dirigente del PSOE pondrá sobre la mesa su voluntad de abordar la lista de 23 puntos pendientes que Artur Mas trasladó a Mariano Rajoy el 30 de julio de 2014 en la Moncloa, expondrá al president su convicción de que la independencia no es la solución y defenderá la reforma federal de la Constitución.
Sánchez, según fuentes socialistas, quiere insistir ante Puigdemont en que el proyecto de reforma constitucional que abandera el PSOE contempla que los catalanes puedan votar hasta en dos ocasiones: la primera, en el referéndum en toda España para avalar la reforma de la Carta Magna; y la segunda, ya sólo en Cataluña, para dar el visto bueno a un nuevo Estatut.
Pero la posibilidad de que ambos conversen sobre un referéndum en Cataluña ya levantó ampollas ayer en Ciudadanos, cuyo secretario de Comunicación, Fernando de Páramo, no puso reparos a esta reunión aunque recordó a Sánchez que no puede hablar de "saltarse la legalidad", de un referéndum o de romper la unidad de España.
También desde el PP se pidió a Sánchez que aclare su posición ante Cataluña y diga si es la que tiene cuando firma acuerdos con Albert Rivera o la que toma al decidir reunirse Puigdemont, según aseguró el vicesecretario de Sectorial del PP, Javier Maroto.