Reconocimiento

Hermanas Hospitalarias de Palencia, primer centro de Castilla y León en recibir la 'Acreditación Oro' como libre de sujeciones

El distintivo lo entrega la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (CEOMA) tras acreditar cinco años de trabajo.

Onda Cero Palencia

Palencia | 22.02.2023 12:16

Hermanas Hospitalarias de Palencia, primer centro de Castilla y León en recibir la 'Acreditación Oro' como libre de sujeciones | Hermanas Hospitalarias

(ICAL) El centro sociosanitario Hermanas Hospitalarias de Palencia recibió hoy la ‘Acreditación Oro’ por estar libre de sujeciones en el área de las personas mayores tras un trabajo continúo desde hace cinco años de implementación, lo que la convierte en la primera entidad de Castilla y León en contar con esta certificación que emite la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (CEOMA).

“Queremos dar testimonio de que se puede trabajar y realizar este tipo de acciones, las cuales dignifican el día a día de la atención y permiten que el profesional pueda crecer en sus labores, así como que las familias entiendas que las caídas son algo normal y ocurrían antes de entrar en un centro residencial”, afirmó a Ical el director gerente de Hermanas Hospitalarias de Palencia, Javier Arellano.

Trasladó que la persona mayor tiene la oportunidad de desarrollar el derecho de no estar contenido, porque “nadie estaría dispuesto a estar en esas condiciones en el futuro”. Esta jornada y reconocimiento tiene la importancia para que sirva de ejemplo y el resto de centros y profesionales del sector entiendan que es un avance factible, dijo.

Al acto de entrega acudió la presidenta de la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (CEOMA), Sabina Camacho, quien trasladó su felicitación por este “cambio de mentalidad” en la forma de trabajar, ya que la “dignidad de la persona y el derecho a la libertad es lo primero”, porque con las sujeciones se priva del movimiento y de llevar a cabo lo que consideran más adecuado cada persona.

El centro palentino es un referente, al ser de los primeros en el conjunto de España, así como el pionero en la Comunidad, en ser certificado en este ámbito y en implementar el programa ‘Desatar al anciano y al enfermo de Alzhéimer’, el cual comenzó hace 20 años en CEOMA, bajo la dirección del doctor Antonio Burgueño.

El objetivo final es “dignificar a la persona”, hacer centros más humanos y cercanos al enfermo de Alzhéimer. Aunque “se trate a personas con demencia, no quiere decir que dejen de tener la condición de personas”, porque saben lo que quieren y en qué grado, al ser quienes deben decidir, sin olvidar el papel de las familias, subrayó Camacho en compañía del gerente de Servicios Sociales de la Junta, Carlos Raúl de Pablos.

Con este reconocimiento, las instalaciones de la capital palentina pasan a entrar en el ranking de centros españoles más avanzados en esta metodología de atención a las personas mayores, que está directamente asociada con su propio nivel de calidad de vida. Así, no solo demuestra que ha aplicado con éxito este sistema de atención acreditada, sino que lo tiene totalmente consolidado, puesto que lleva cinco años sin ningún tipo de sistemas de sujeción.

Este nuevo reconocimiento supone un hito en la atención a personas mayores en la comunidad autónoma. Se trata de una línea de actuación que influye directamente en la mejora de las condiciones de vida de las personas mayores y que viene a refrendar la determinación de la entidad por ofrecer cuidados de calidad que dignifican a las personas.

Usos y beneficios

Por su parte, el doctor Antonio Burgueño, director técnico del Programa nacional ‘Desatar al Anciano y al Enfermo de Alzheimer’, señaló a la Agencia Ical que una persona mayor ya presenta un determinado grado de fragilidad física al ingresar en un centro, por lo que la aplicación de sujeciones físicas y un inmovilismo constante para que no sufra un percance o caída se convertirá en la “causa principal para que esa persona presente un declive físico y mental brutal”.

Apuntó que no es inmediato, pero empezará por un estrés, que se acrecentará a lo largo de los meses por “no dar soluciones alternativas a esas sujeciones que harán que esa persona sufra unas pérdidas irrecuperables”. Y es que, con la eliminación de las sujeciones físicas, el sujeto podrá mantener el estado que presentaba antes de plantearse esos mecanismos, que “no es poco”, añadió.

A ello se unen las sujeciones químicas o farmacológicas, porque para prescindir de las físicas hay que hacer un “manejo muy apropiado, ajustado y limitado” de los fármacos, porque “inducen a que la persona tenga un mayor riesgo de percances”.

Burgueño aseguró que es imprescindible incidir en el uso de los fármacos, porque los centros no son libres de las sujeciones químicas, pero es verdad que hacen un uso determinado según las necesidades de la persona, y no tanto para contenerles, apostilló.