Durante la prestación de un servicio de vigilancia de seguridad vial, los agentes recibieron aviso del Centro Operativo indicando que a la altura del kilómetro 99 de la A-62 (Burgos-Portugal), había un conductor que al parecer estaba sufriendo un infarto. Al llegar al lugar observaron un vehículo parado en el arcén con dos ocupantes en su interior.
Mientras uno de los agentes procedió a realizar un corte de carril para crear una zona de seguridad, el otro se dirigió al vehículo de matrícula francesa encontrando en el asiento del conductor a una persona inconsciente que presentaba un agudo caso de cianosis (piel morada) debido a la falta de oxígeno, por lo que procedió a sacarlo del vehículo y colocarlo en posición de seguridad. Ante la evidente falta de oxígeno que presentaba, se procedió a realizar las oportunas maniobras de desobstrucción de las vías respiratorias abriendo la mandíbula e introduciendo su mano en el interior de la boca para sacarle la lengua ya que esta había retrocedido y descansaba en la parte posterior de la faringe, logrando así abrir las vías respiratorias.
En ese momento y fruto de las maniobras realizadas, el sujeto abrió los ojos y comenzó a respirar. Tras la llegada de los servicios de emergencia, los Guardias Civiles regularon el tráfico y protegieron la zona para que los sanitarios trabajaran con seguridad.