Ya han empezado a abrir las primeras flores en las parcelas dedicadas a las variedades tempranas, a las que siguen el resto de tipos de uva, como cuentan a Onda Cero Ángel Carmelo Simón, dedicado a la agricultura biodinámica en Torrenueva, y Sergio Fernández Luengo, viticultor de Manzanares.
Es una de las fases más delicadas del ciclo de la planta, fundamental para la producción final cuando llegue el momento de la vendimia, aunque las condiciones actuales son favorables, explica en nuestros micrófonos el presidente de la DO La Mancha, Carlos David Bonilla.
Es cierto que algunas zonas de la provincia se han visto afectadas por las heladas del mes de mayo, con pérdidas que oscilan entre el 20 y el 30%, calcula Simón.
Las previsiones hablan de una subida importante de las temperaturas la próxima semana, aunque para la viña el calor no es perjudicial en este momento de su desarrollo vegetativo, especialmente sensible a la aparición de plagas o enfermedades. Otros factores sí podrían influir negativamente, recuerda Bonilla.
Los viticultores confían en un buen resultado final para este cultivo con un gran peso en la economía de toda la provincia, nos dice Fernández Luengo.
La vendimia todavía queda muy lejos y se opta por la prudencia al hablar de perspectivas de producción, aun así el presidente de la DO La Mancha prevé una cosecha media, sujeta a las condiciones meteorológicas venideras.
Olas de calor en agosto, como las del pasado año, son perjudiciales, sobre todo para los varietales blancos. Mientras que si llueve en verano los datos finales pueden mejorar.