Se trata de grandes árboles que se plantaron cuando se construyó el colegio, hace unos cincuenta años, cuyas raíces han ido creciendo y extendiéndose hasta levantar parte del pavimento.
Ahora, tras alcanzar un acuerdo con el Ayuntamiento de la localidad y la Diputación provincial para acometer las obras necesarias para poner suelo nuevo, se ha decidido que la única forma de mantener esa inversión, que rondará los 130 000 euros, es arrancar los olmos. Explica a Onda Cero el director del colegio 'Lucero', Javier Almarza.
Almarza defiende que este centro educativo siempre ha trabajado para fomentar la conciencia medioambiental entre sus alumnos y que, en este caso concreto, se han barajado otras posibilidades. Ninguna ofrecía garantías de futuro y, además, estos árboles también están afectando a otras partes de las instalaciones, como el comedor escolar o los aseos.
El director del 'Lucero' comprende que esta medida drástica ocasione malestar entre una parte de los padres y otros sectores de Valdepeñas, aunque ha insistido en que se sustituirán los olmos por otros árboles cuyo crecimiento no interfiera con el progreso del centro.