114 aspirantes de los 363 que empezaron el proceso han afrontado la prueba de control de vértigo, se trata de subir por una autoescala de 30 metros de altura en un minuto, como máximo.
Es algo fundamental en la profesión de bombero, como explica Micael Tolosa, jefe del Parque de Bomberos de Valdepeñas, lugar donde se ha desarrollado este ejercicio.
Quienes han conseguido subir sin bloquearse y en el tiempo establecido pasan a la siguiente fase. Todavía tienen que realizar una prueba de conducción, un supuesto práctico, pasar un reconocimiento médico y hacer un curso de formación selectivo.
Es un proceso muy largo para los aspirantes, explica Sara Gutiérrez, que hoy ha realizado con soltura la prueba de control de vértigo. Ella trabaja en la actualidad en el Parque de Bomberos de Valdepeñas y quiere conseguir una de las plazas de esta Oferta Pública de Empleo. Tiene muy claro que, desde siempre, ha querido ser bombera.
Las treinta personas que superen todas las pruebas y obtengan mejor nota, incluido el concurso de méritos, conseguirán plaza.