En un comunicado, el Cabildo explica que la Catedral de Toledo es depositaria de los citados restos desde el año 1845, cuando, tras la demolición durante la invasión francesa de la cripta de Santa Leocadia donde, por iniciativa del rey de Castilla Alfonso X el Sabio, reposaban desde el año 1274, se procedió a su traslado, por una orden del Gobierno de España, desde el lugar de su enterramiento hasta el Ochavo del templo primado, donde fueron depositados provisionalmente.
Igualmente, detalla que el 2 de mayo del año 2017, el mismo Cabildo decidió proceder a dar definitivo descanso a los citados restos mortales y, por acuerdo capitular, se vio conveniente que, por no tratarse de reliquias de santos, no permaneciesen en el Ochavo, capilla de las Reliquias de la Catedral, estimándose como lugar más apropiado la Capilla del Corpus Christi o Mozárabe, dado que en dicha liturgia vivieron su fe y recibieron los sacramentos ambos reyes.
Este acuerdo capitular, tras las oportunas obras de acondicionamiento de una sepultura digna en la Capilla Mozárabe, se ejecutó el 27 de noviembre de 2017. Los Canónigos Capellanes Mozárabes trasladaron procesionalmente los restos desde el Ochavo a su sepultura en la citada Capilla celebrando la eucaristía por su eterno descanso, según lo establece el rito Hispano-Mozárabe, tras emplazar los restos mortales de los Reyes en su sepulcro.
Desde entonces se viene celebrando cada año, en torno al 1 de septiembre, una misa funeral por el eterno descanso de estos reyes godos, con asistencia de miembros de diversos Capítulos y de representantes de la Real Casa de los Godos.