Advierten de los riesgos de la automedicación en el trabajo
Según ha advertido Comisiones Obreras, tener que medicarse para ir al trabajo a diario es un problema real de muchas personas en Castilla-La Mancha, y un fenómeno creciente. Los riesgos psicosociales, los sobreesfuerzos, el trabajo a turnos o nocturno, las tareas repetitivas o el estrés laboral, entre otros factores, favorecen el uso y abuso de determinados fármacos para paliar los efectos que estos riesgos provocan en la salud de los trabajadores y trabajadoras.
Por ello, CCOO CLM ha puesto en marcha recientemente una campaña sobre consumo de fármacos en el ámbito laboral, para sensibilizar e informar a las personas trabajadoras sobre los efectos de este consumo. “Informamos también a las empresas sobre la importancia de unas adecuadas condiciones de trabajo y una gestión preventiva suficiente para eliminar en los centros de trabajo los riesgos que llevan a este consumo y, de esta forma, prevenir las consecuencias negativas que pueden provocar sobre la salud”, explica Raquel Payo, secretaria de Diálogo Social, Institucional y Salud Laboral de CCOO CLM.
Así, el sindicato ha llegado ya de manera directa a 75.000 personas trabajadoras de más de 3.000 centros de trabajo de la región, donde se ha distribuido el material informativo elaborado por el sindicato, el cual también se puede encontrar en nuestras sedes y que se ha difundido a través de la web corporativa y de las redes sociales del sindicato. Además, el sindicato realizó el pasado mes de noviembre en Toledo una jornada sobre “Consumo de fármacos en el ámbito laboral”, en la que participaron más de setenta delegadas y delegados sindicales.
“En los sectores de actividad con mayor presencia de riesgos sobre la salud de trabajadores y trabajadoras es frecuente la automedicación, siendo los analgésicos, antiinflamatorios, ansiolíticos y antidepresivos los más consumidos habitualmente”, señala Payo, que advierte que “un mal uso de estos fármacos puede ocasionar dependencia”.
Para CCOO CLM la prevención es el principio básico de la intervención de los delegados y delegadas sindicales, que tienen una posición privilegiada para detectar este tipo de
problemas en los centros de trabajo, siendo su principal herramienta la negociación, la mediación y el apoyo y acompañamiento a las y los compañeros que lo necesiten. Las medidas preventivas tienen que tener un carácter de sensibilización, información y formación, siendo necesario incluir en la evaluación de riesgos cuáles son las condiciones de trabajo que están generando ese consumo.
La secretaria de Diálogo Social, Institucional y Salud Laboral de CCOO CLM explica que algunas de estas medidas preventivas en las empresas son: formación, información y sensibilización para prevenir la automedicación, realizar una vigilancia de la salud adecuada y específica, evaluar los riesgos psicosociales y ergonómicos causantes de este consumo, aumento de personal en los centros de trabajo, y una mejor coordinación y organización del trabajo, entre otras.
Según datos de la Encuesta de Condiciones de Trabajo y Salud (COTS), elaborada por la Universidad Autónoma de Barcelona e ISTAS-CCOO, entre los fármacos que más se consumen entre los trabajadores y trabajadoras destacan los relajantes musculares, analgésicos o antiinflamatorios para paliar el dolor muscular y los ansiolíticos para reducir el estrés y la ansiedad.
Uno de cada cuatro (23,9%) participantes habían tomado tranquilizantes durante el último mes, con mayor consumo entre mujeres (29,6%), y entre las personas cuyo salario no permite cubrir las necesidades básicas del hogar (31,5%).
Respecto al consumo de analgésicos opioides, el 16,9% de los participantes afirmaron haberlos consumido en el último mes, más entre mujeres (21,2%) y personas con salarios bajos (24,5%).
Por ocupaciones, auxiliares técnicas sociosanitarias en el domicilio y gerocultoras son las mayores consumidoras con casi el 40% del total de trabajadoras/es, seguidas de limpiadoras/es, auxiliares de enfermería y ayudantes de cocina y preparadoras/es de comida rápida, con porcentajes entre el 30% y el 33%.