Ciudad Real | 22.02.2023 11:09
Tras su aprobación en febrero de 2010, ahora el Tribunal Constitucional ha dictaminado que esta normativa es constitucional. Con esta declaración y con la aprobación de la ley por el Parlamento español el pasado 16 de febrero de 2023, “los no nacidos, que son seres vivos en el seno de la madre”, señala Melgar, “quedan sin ningún amparo ni protección jurídica, porque cualquier mujer, incluidas las chicas a partir de los 16 años de edad, tiene derecho a decidir la muerte, hasta la semana catorce de gestación, del ser vivo que lleva en sus entrañas.”
Según el obispo de Ciudad Real, la aprobación de un delito como derecho será algo que las generaciones futuras calificarán de barbarie humana “porque se condena a muerte a inocentes que podrían haber vivido y no se les ha permitido ni siquiera nacer”.
Gerardo Melgar señala que “este es un día que ha recordarse por triste y nefasto para el ser humano y para esta sociedad” y subraya que “los seres humanos no nacidos, que son seres humanos vivos en el seno de su madre, tienen menor protección que los animales”.
El obispo reflexiona en su carta que “se condena a muerte a todos esos niños a los que no se les va a permitir ver la luz de la vida, son víctimas de una sociedad desnortada y sin valores, que los condena a muerte por inocentes e indefensos, unos niños que no tienen voz para defenderse, ni se oyen sus gritos de dolor y reivindicación al derecho a la vida”.
“La aprobación de la ley de aborto y su declaración de constitucionalidad está impulsando a las madres que tengan la desgracia de recurrir al aborto a quedar marcadas para toda la vida”, dice el obispo en el escrito, quien añade que “la funesta realidad del aborto denigra y degrada moralmente a toda la sociedad española y la convierte en injusta e insolidaria”.
Melgar afirma que hay que seguir luchando, concienciando, formando y sensibilizando a la sociedad en el verdadero valor de la vida, “creando cauces y medios que ayuden a las madres en dificultades a defender el valor de la vida y de su hijo para que no se encuentren solas, sino atendidas y acompañadas”.