Luis Arroyo lidera la Comisión que analiza si es viable un Museo de la Caza en Ciudad Real
El presidente de la Diputación de Ciudad Real, José Manuel Caballero, se ha reunido esta mañana en el Palacio Provincial con el rector honorífico de la Universidad de Castilla-La Mancha, Luis Arroyo Zapatero, quien lidera la Comisión Científica Asesora encargada, a instancias de la institución provincial, de analizar la viabilidad de poner en marcha un Museo de la Caza y la Naturaleza en la capital de la provincia.
Caballero anunció en la inauguración de FERCATUR que incluiría en los presupuestos para 2022 una partida para que se pueda llevar a cabo un estudio que valore con rigor y certidumbre la puesta en marcha de esta iniciativa, que contribuiría a convertir en atractivo turístico una actividad que crea riqueza, que está ligada a la vida en nuestros pueblos, que nos acompaña desde nuestros orígenes y que forma parte de nuestras tradiciones.
Arroyo ha destacado, en este sentido, la "clara conciencia" que tiene Caballero respecto a que la provincia de Ciudad Real atesora una sierra y unos llanos "espectaculares" desde el punto de vista de la categoría del paisaje, la fauna y la actividad cinegética, "que es, además de una actividad de ocio, una actividad profesional y empresarial muy importante para la región", ha dicho antes de precisar que el presidente de la institución provincial le ha encomendado a la comisión que desarrolle un proyecto museístico de la Caza y la Naturaleza.
Caballero siempre se ha mostrado a favor de un modelo de caza sostenible y compatible con otros usos, como el turístico, y ha puesto especial énfasis en que la caza contribuye notablemente a dinamizar el territorio provincial y a estabilizar la población, por lo que también considera a este sector un instrumento de desarrollo demográfico muy a tener en cuenta.
Además del vicepresidente de la Diputación David Triguero, integran, junto a Luis Arroyo, la Comisión Científica Asesora Rafael Mateo Soria, director del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos; José Ignacio de la Torre Echávarri, director del Museo Provincial de Ciudad Real; el arquitecto Diego Peris; la directora del Centro de Estudios de Castilla-La Mancha, Esther Almarcha, y la investigadora del IREC Beatriz Arroyo.
Son muchas las razones que han llevado a la Diputación, por empeño personal de su presidente, a trabajar en la dirección de valorar, teniendo en cuenta la opinión de expertos, la viabilidad, las características y requerimientos de la puesta en marcha de un museo dedicado a la caza y la naturaleza en Ciudad Real.
Principalmente, se ha tenido en cuenta que nuestra provincia es un territorio en el que practican la caza un gran número de personas y recibe a miles de visitantes que vienen con el mismo propósito, por lo que un museo sería un centro muy visitado más allá de la temporada de caza, construyendo así una temática motivadora de turismo interior.
Otra circunstancia a valorar es que no existen museos públicos de esta naturaleza en España, además de que permitiría poner en valor las especies silvestres, objetivo de la actividad cinegética, así como mostrar sus características naturales.
Del mismo modo, se fomentaría el conocimiento de los paisajes de nuestro territorio, tan variado entre el monte mediterráneo y los llanos manchegos, donde se desarrollan actividades cinegéticas muy diferentes de caza mayor y menor.
Un Museo de la Caza y de la Naturaleza permitiría conservar y mostrar oficios tradicionales vinculados a la caza, como son los desempeñados por guardas, perreros y taxidermistas, entre otros profesionales. Por tanto, ayudaría a reconocer la dignidad de tantas gentes de nuestros pueblos de gran tradición cinegética y de las asociaciones locales de cazadores, a veces mal comprendidos porque se desconoce la realidad y los valores de la España rural.
Los estudios y las valoraciones se realizarán teniendo en cuenta también que un museo de la caza y la naturaleza pondría en relación la actividad cinegética con la literatura, la cinematografía y las artes plásticas, históricas y contemporáneas, constituyendo un destino cultural y turístico que retroalimenta el acompañamiento de la restauración, la gastronomía cinegética y el alojamiento hotelero, creando oportunidades en nuestros pueblos que hoy viven el riesgo de despoblación.