Ciudad Real | 18.04.2023 14:05
La vivienda de la víctima donde ocurrieron los hechos está situada en el barrio de La Pradera. La que era presidenta de este barrio dijo que una vecina le contó que oyó gritos y golpes dentro de la casa, que parecía que había jaleo de más gente y que podría haber más personas implicadas, pero que después nadie se atrevía a decir los nombres por miedo.
Policías nacionales que han declarado en el juicio han asegurado que un vecino vio como la acusada, y solamente ella, dio patadas en la puerta de la vivienda de la víctima, y entró y salió después con un televisor.
Los agentes afirman que la mujer es la presunta autora de los hechos y que no tuvieron conocimiento de que hubieran participado terceras personas.
Cuando entraron en la casa, los policías nacionales y locales dicen que vieron restos de sangre en la cocina y en otros lugares de la vivienda y que la víctima estaba tendida boca abajo en la cama con un cojín en la cabeza y con sangre y parecía que roncaba. El hombre falleció más de dos meses después en un hospital debido a las heridas que sufrió en la cabeza, ya que fue golpeado con un objeto contundente, según la fiscalía y la acusación particular.
Las huellas encontradas en la vivienda correspondían con la acusada y además un martillo tenía restos de sangre que coincidía con el ADN de la víctima.
El juicio continuará mañana con la tercera y última sesión.
La Fiscalía pide 17 años y 9 meses de prisión para la acusada por los delitos de homicidio doloso y robo, la acusación particular eleva la calificación porque considera que fue asesinato, mientras que la defensa solicita la libre absolución de su cliente.