El joven acusado de matar a su abuela en Malagón dio tres versiones de los hechos hasta confesar
El joven acusado de matar a golpes a su abuela en Malagón (Ciudad Real), en enero de 2022, ofreció a la Guardia Civil tres versiones de los hechos en el mismo día hasta que, finalmente, acabó confesando el crimen ante el instructor del caso y la comitiva judicial en el cuartel de la Guardia Civil.
Así lo ha declarado el capitán de la Guardia Civil que se encargó de la investigación durante la tercera sesión del juicio con jurado que se celebra en la Audiencia Provincial de Ciudad Real, en el que han declarado agentes y testigos como la madre, la tía y la pareja en aquel momento del acusado, que ha seguido toda la sesión con la cabeza baja.
Ha explicado que vio al acusado en todo momento consciente y con sus capacidades mentales, sin dar síntomas de estar bajo los efectos de sustancias estupefacientes, además, ha dicho que en todo momento estuvo “tranquilo y sereno”, sin “mostrar ningún tipo de arrepentimiento”.
El instructor del caso ha relatado que en un primer momento el encausado señaló como sospechoso a un joven con un tatuaje detrás de la oreja que había visto salir de la casa de la abuela, para posteriormente decir que su abuela se había golpeado con un mueble, y finalmente, confesar los hechos cuando se tuvieron las primeras pruebas y se comprobó que no cuadraban sus versiones iniciales.
Ha asegurado que el acusado les confesó que “la había golpeado con un objeto y que ese objeto lo había tirado en un contenedor de plástico en la esquina, objeto que luego se comprobó que era el arma homicida y que estaba envuelto en un calcetín”.
Por su parte, el Jefe de la Unidad Orgánica de Policía Judicial ha indicado que la víctima fue agredida de manera sorpresiva y subraya que en el teléfono móvil de la abuela encontraron mensajes el día antes de los hechos que denotaban una discusión con el nieto.
MADRE, TÍA Y PAREJA SENTIMENTAL DEL ACUSADO
Durante el juicio también ha declarado la madre del joven quien ha asegurado que su hijo, en condiciones normales, “no le hubiera hecho daño a mi madre. La quería mucho”.
Y ha dejado entrever que su hijo no debía encontrarse bien porque cuando lo vio al llegar a la casa de su madre, donde había sucedido los hechos, “su cara no era la de mi hijo”.
La madre ha declarado también que cuando fue a casa de su hijo para recogerle ropa y llevársela a la prisión encontró un pantalón manchado de sangre que entregó a la Guardia Civil.
Su tía, por su parte, ha recordado que el acusado, al entrar a la escena del crimen, estaba más nervioso de lo normal, pero “no tenía ningún problema para explicar lo sucedido”.
Durante la sesión también ha declarado la que entonces era pareja sentimental del acusado, quien ha dicho que la noche de los hechos no notó que hubiera consumido ningún tipo de droga y que ella, en todo momento, lo vio normal.
HABÍA CONSUMIDO DROGA EN DOSIS BAJAS
En la sesión, facultativas del Instituto Nacional de Toxicología Forense de Madrid han explicado que las muestras de pelo enviadas para su análisis determinan que el acusado había consumido únicamente cocaína, en dosis bajas, y no encontraron restos de heroína, como había declarado el procesado.
Los agentes de la Unidad Criminalística que realizaron la inspección ocular han indicado que encontraron en la vivienda todo ordenado, sin signos de violencia, lo que demuestra que la agresión se produjo a la entrada de la casa.
Han determinado que la fallecida sufrió numerosos golpes en la cabeza con un arma homicida de cuatro centímetros, que coincidiría con el objeto decorativo con forma de cabeza de perro que fue encontrado por los agentes en un contenedor de envases de plástico.